Por @Wicho — 30 de enero de 2019

Después de pasar sin problemas por el primer perihelio de su órbita, que se produjo el 6 de noviembre de 2018 a 25 millones de kilómetros del Sol, la Parker Solar Probe de la NASA fue declarada completamente operativa el 1 de enero de 2019, lo que quiere decir que todos los sistemas de a bordo están activos y funcionando como deben.

A estas alturas ya ha enviado más de 17 gigabits de datos a la Tierra para uso y disfrute de la comunidad científica, aunque hasta abril aún no terminará de enviar todos los datos recogidos durante la primera órbita completa, que terminó el 19 de enero.

En preparación para su segundo perihelio el equipo de la misión está eliminando del equipo de la sonda aquellos datos que ya están en tierra, actualizando los datos de su posición, y enviando una cadena de comandos que le dicen qué hacer durante aproximadamente un mes.

El próximo perihelio tendrá lugar el 4 de abril, y de nuevo será a 25 millones de kilómetros del Sol, igual que el del 1 de septiembre. Habrá que esperar al sobrevuelo de Venus del 26 de diciembre para que la órbita de la PSP se vea modificada por la gravedad del planeta de tal modo que el perihelio de 29 de enero de 2020 sea a una distancia de 19,4 millones de kilómetros, lo que será un nuevo récord de aproximación al Sol.

Durante la misión está previstos hasta siete sobrevuelos de Venus que irán acortando el perihelio de la órbita de la Parker Solar Probe para reducirlo hasta los 6,9 millones de kilómetros para el perihelio del 24 de diciembre de de 2024 y los posteriores.

El objetivo de la PSP es recoger datos que nos permitirán medir cómo la energía y el calor se mueven a través de la corona y qué es lo que acelera el viento solar y las partículas cargadas que salen disparadas del Sol. Con esto podremos entender mejor el clima espacial y protegernos mejor contra él; no hay que olvidar que el viento solar afecta a la magnetosfera terrestre.

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