Por @Wicho — 22 de julio de 2022

Aunque Dmitri Rogozin había amenazado con cancelarlo, ayer la astronauta italiana de la Agencia Espacial Europea (ESA) Samanta Cristoforetti y el cosmonauta Oleg Artemyev de Roscosmos llevaron a cabo un paseo espacial, tal y como estaba previsto. Con la denominación oficial VKD54, su objetivo era avanzar en la puesta en marcha del Brazo Robótico Europeo (ERA por sus siglas en inglés) en el segmento ruso de la Estación Espacial Internacional (EEI). Y de hecho, quien ha sido cancelado ha sido Rogozin, al menos como director de Roscosmos.

Fue la primera vez desde 2009 en la que se llevaba a cabo un paseo espacial en el segmento ruso de la Estación con la participación de un astronauta de otra agencia. Fue el primer paseo espacial de la carrera de la astronauta italiana, que además se convertía así en la primera mujer europea en hacer un paseo espacial; el sexto del cosmonauta.

Hay que recordar, de todos modos, que, salvo en lo que se refiere a la Estación Espacial Internacional, la colaboración entre la ESA y Roscosmos está completamente paralizada, cuando no suspendida.

Samantha Cristoforetti en el exterior de la EEI durante su paseo espacial – ESA
Samantha Cristoforetti en el exterior de la EEI durante su primer paseo espacial – ESA

El paseo espacial comenzó con el lanzamiento a mano de diez CubeSats para experimentos de radio. Habían llegado a la Estación en diversas cápsulas Progress de carga y Artemyev simplemente los lanzó en el sentido contrario al del desplazamiento de la EEI. En concreto eran ocho YuZGU y dos Tsiolkovsky-Ryazan , todos ellos desarrollados por la Universidad Estatal del Suroeste de Kursk. Todos ellos reentrarán en la atmósfera terrestre en unos meses, resultando destruidos en el proceso.

Luego pusieron manos a la tarea principal, que era la de instalar una base en el módulo Poisk a la que se puede agarrar el ERA. Igual que el Canadarm 2, el brazo robot del segmento estadounidense de la EEI, el brazo europeo está diseñado para ir «reptando» por el segmento ruso agarrándose a diversos soportes instalados en él a tal efecto. También sustituyeron la cubierta de un conjunto de luces de la «mano» del ERA y dejaron el panel de control del brazo almacenado en su posición de reposo.

Con el soporte instalado en Poisk el Brazo Robot Europeo podrá agarrar la esclusa que ahora mismo está «aparcada» en el exterior del módulo Rassvet y moverla a su ubicación definitiva en el módulo Nauka. Con una longitud de unos 11,3 metros, el brazo es capaz de mover cargas de algo más de 8 con una precisión de 5 milímetros.

Estaba también previsto que la pareja instalara una extensión de la pértiga Strela del módulo Zarya para facilitar los desplazamientos en futuros paseos espaciales. Pero como el de ayer comenzó con algo de retraso, desde el control de la misión decidieron dejar esa tarea para un futuro paseo espacial.

El de ayer, con una duración de siete horas y cinco minutos, fue el tercer paseo espacial dedicado a la puesta en marcha del Brazo Robot Europeo, que el pasado mes de abril hacía sus primeros movimientos durante otro paseo espacial. Pero no será el último dedicado a esa tarea.

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