Impresión artística del rover Rosalind Franklin - ESA
Estaba previsto que ayer la Agencia Espacial Europea anunciara sus planes para seguir adelante con el lanzamiento del rover Rosalind Franklin tras la ruptura definitiva de su colaboración con Rusia en la misión debido a la invasión de Ucrania. Pero a última hora se desconvocó la rueda de prensa prevista y ahora no será hasta noviembre cuando se sepa algo más. Será tras la reunión de ministros del ramo.
La buena noticia es que, al menos por ahora, el lanzamiento del rover está incluido en Terrae Novae, el plan estratégico de la agencia para la próxima década. Habla de un lanzamiento en 2026 para un aterrizaje en 2027 pero los meses que se van a perder ahora probablemente lo lleven a un lanzamiento en la ventana de 2028 para aterrizar en 2029.
El rover forma parte de la misión ExoMars, que cuando fue concebida en 2005 tenía el objetivo de ser lanzada en 2011. Pero problemas con la financiación y la propia definición de la misión retrasaron su primer lanzamiento a 2016. En aquel entonces el orbitador Trace Gas Orbiter (TGO) y el aterrizador Schiaparelli despegaron hacia Marte. El primero con el objetivo de estudiar la atmósfera marciana y de hacer de relé de comunicaciones para el rover, que sería lanzado en la siguiente ventana de lanzamiento de 2018. El segundo, para demostrar las tecnologías necesarias para poner el rover de una pieza sobre la superficie de Marte.
El TGO lleva orbitando Marte desde octubre de 2016. Schiaparelli se estampó contra la superficie de Marte por diversos motivos.
Eso llevó a que el lanzamiento de 2018 pasara a 2020. Y luego problemas con los paracaídas y la covid a que pasara a 2022. Y luego la invasión de Ucrania a que la ESA rompiera relaciones con Roscosmos, con lo que el rover se quedó sin cohete que lo lanzara ni plataforma de aterrizaje. Así que lo dicho, a ver si en 2028.
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