Por @Wicho — 24 de septiembre de 2021

La Starliner de vuelta en el edificio en el que es ensamblada – Boeing
La Starliner de vuelta en el edificio en el que es ensamblada – Boeing

Hace un par de días la NASA anunciaba una reorganización de su departamento de misiones tripuladas que yo creo que dará que hablar en el futuro. Y cuando tenga más claro mi opinión al respecto os cuento. Aunque creo que no me gusta. Pero en la teleconferencia posterior uno de los temas que salió fue el estado de la Starliner de Boeing para la segunda misión de prueba de esta cápsula espacial tripulada. Y todo parece indicar que no volará antes de 2022.

Tras el fracaso de su primera misión de prueba Boeing tenía a finales de julio una Starliner en la plataforma de lanzamiento lista para intentar repetir la misión. La idea era lanzarla, que se acoplara con la Estación Espacial Internacional, y que volviera a tierra. Todo esto de forma autónoma. Es la misión conocida como OFT–2.

Pero a pocas horas del lanzamiento 9 válvulas del sistema de combustible situadas en el módulo de servicio de la cápsula se negaron a abrirse. Y nada de lo que hizo Boeing las puso en orden. Así que no quedó más remedio que devolver la cápsula al edificio en el que es ensamblada a ver qué pasaba. Se hablaba entonces de que se retrasaría cómo poco hasta mediados de noviembre porque hay otras misiones con prioridad listas para ser lanzadas.

Sin embargo a preguntas de los periodistas Kathy Lueders, la hasta entonces responsable de los programas tripulados de la NASA, dijo que Boeing sigue sin saber por qué fallaron las válvulas. Y que, de hecho, es muy probable que decida coger el módulo de servicio que estaba preparando para la primera misión tripulada de una Starliner –suponiendo que todo saliera bien por fin en la segunda misión de prueba– y ponérselo a la que quiere lanzar en la misión de prueba. Con todo ello, añadió, ve poco probable que se pueda lanzar la OFT–2 antes de fin de año.

Y después habrá que ver cómo encaja con la disponibilidad de puertos en la Estación, pues la Starliner usa los mismos que las Crew Dragon y las Dragon de carga, y sólo hay dos disponibles.

Crew Dragon que a este paso llevarán dos años volando tripuladas a la EEI para cuando Boeing consiga lanzar la OFT–2. Toda una lección de humildad para una de las viejas glorias de la industria aeroespacial.

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