Por @Wicho — 18 de septiembre de 2023

El pasado viernes un cohete Soyuz-2.1a despegaba desde el Cosmódromo de Baikonur para poner en órbita la cápsula tripulada Soyuz MS-24, que tres horas y nueve minutos después se acoplaba al módulo Rassvet de la Estación Espacial Internacional.

A bordo de la cápsula iban Oleg Kononenko y Nikolái Chub de Roscosmos y Loral O’Hara de la NASA, que tenían que haber llegado a la Estación hace unos seis meses en la Soyuz MS-23. Es la quinta misión al espacio de Kononenko, mientras que para Chub y O'Hara es la primera.

Pero la fuga de refrigerante de la Soyuz MS-22, que la dejó inutilizada, obligó a Roscosmos a enviar la MS-23 vacía a la Estación para que se convirtiera en la nueva nave de Sergey Prokopyev y Dimitry A. Petelin de Roscosmos y Frank Rubio de la NASA, la tripulación de la MS-22. Los tres volverán a casa el próximo día 27 tras 371 días en el espacio, lo que ha permitido, aunque sea de forma accidental, que Frank Rubio vaya a establecer un nuevo récord de permanencia en el espacio para la NASA.


La tripulación de la EEI tras la llegada de la Soyuz MS-24. En primera fila, de izquierda a derecha Nikolai Chub, and Oleg Kononenko, y Loral O’Hara - NASA TV


Configuración de la EEI tras la llegada de la Soyuz MS-24 - NASA

Está previsto que O’Hara permanezca seis meses a bordo de la EEI mientras que Kononenko y Chub estarán un año en órbita. Esto es así porque está previsto que en la Soyuz MS-25 viajen a la Estación Oleg Novitsky como comandante de la nave y la astronauta bielorrusa Marina Vasilevskaya, y la astronauta de la NASA Tracy Caldwell Dixon como especialistas de la misión. Novitsky y Vasilevskaya volverán un par de semanas después a tierra junto con Loral O'Hara a bordo de la Soyuz MS-24; por su parte Kononenko, Chub y Dixon volverán en la Soyuz MS-25 unos seis meses después de la llegada de la cápsula a la Estación; de ahí la misión de un año de los dos cosmonautas.

Lo de Marina Vasilevskaya es un asunto delicado que probablemente levantará ampollas pues no deja de ser visto como un pago por parte de Vladimir Putin a Aleksandr Lukashenko por su apoyo en la invasión de Ucrania. Y aunque no les hará mucha gracia al resto de los países socios de la Estación hay poco –o nada– que puedan hacer al respecto.

Loral O'Hara está en Twitter como @lunarloral. He añadido su cuenta temporalmente a mi lista de personas en el espacio.

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