Por @Wicho — 13 de enero de 2020

Después de haber probado con éxito los motores del Falcon 9 modificado que va a utilizar para la prueba de escape de la cápsula tripulada Crew Dragon a SpaceX le queda poco más que acoplarla al cohete y devolver el conjunto a la plataforma de lanzamiento 39A del Centro Espacial Kennedy.

La prueba de motores, algo que SpaceX hace siempre antes de lanzar sus cohetes, tuvo lugar el sábado 11 a primera hora de la tarde. Los 9 motores Merlin de la primera etapa del cohete fueron encendidos durante unos segundos para comprobar que están listos para ser lanzados. A diferencia del vídeo de arriba, que corresponde a una prueba estática de hace unos años, después de perder el satélite de comunicaciones Amos-6 en una prueba que salió mal ahora SpaceX hace las pruebas sin la carga útil instalada.

Así que el cohete, una vez vaciado de combustible, ha sido devuelto al edificio de ensamblado de vehículos para que le acoplen la cápsula.

La primera Crew Dragon en ir al espacio en el edificio de emsamblado - SpaceX
La primera Crew Dragon en ir al espacio en el edificio de emsamblado de cohetes - SpaceX – SpaceX

Rumbo a la plataforma de lanzamiento – SpaceX
Rumbo a la plataforma de lanzamiento – SpaceX

Luego irá de vuelta a la plataforma de lanzamiento para dejar todo listo para el lanzamiento, que está previsto que tenga lugar en una ventana que va de las 14:00 a las 18:00, hora peninsular española, del sábado 18.

El objetivo es comprobar que el sistema de escape de la cápsula es capaz de ponerla a salvo en el momento más comprometido del lanzamiento. Conocido como max Q es el momento en el que las fuerzas que actúan sobre la cápsula y el cohete son mayores. Se produce poco más de un minuto después del despegue de un Falcon 9.

Así que en ese momento será activado el sistema de escape, que debe llevarse la cápsula lejos de un cohete que se supone que hay fallado, colocarla en la actitud correcta para el despliegue de sus paracaídas, soltar el módulo de servicio, y asegurar un amerizaje suave a unos kilómetros de la costa.

Es una prueba que SpaceX quería haber realizado en 2019 pero mientras preparaba la Crew Dragon que iba a utilizar para ella ésta explotó por un problema en el diseño de las conducciones de combustible de sus motores. El problema se supone resuelto, así que el sábado que viene –si todo va bien– veremos si el sistema de escape se porta como se espera de él.

Una vez realizada la prueba, si todo va bien, ya sólo será cuestión de analizar los datos para comprobar que en efecto todos los parámetros han estado dentro de lo previsto, y después buscar fecha para el primer lanzamiento tripulado de una Crew Dragon hacia la Estación Espacial Internacional. Podría producirse en primavera. A menos que Boeing les adelante, lo que parece muy poco probable dado el fiasco del lanzamiento de la primera Starliner, será el primer lanzamiento orbital de una nave tripulada desde los Estados Unidos desde que el 9 de julio de 2011 el transbordador espacial Atlantis despegaba en la última misión de la flota.

Conviene recordar que, a diferencia de Boeing, SpaceX ya ha conseguido enviar una Crew Dragon no tripulada a la Estación Espacial Internacional. Fue en marzo de 2019 y la cápsula –que es la que se ve en las dos fotos anteriores– cumplió a la perfección con las tareas encomendadas.

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