Por @Wicho — 4 de marzo de 2021

El prototipo Starship SN10 de SpaceX hizo anoche un vuelo hasta los 10 kilómetros de altitud, igual que en su momento hicieron los SN8 y SN9. Pero a diferencia de estos el SN10 consiguió aterrizar de una pieza. Solo que unos minutos después volvía a despegar involuntariamente tras una explosión en su parte inferior. Así que aún queda pendiente la asignatura de aterrizar de una pieza… y sobrevivir para contarlo. No se cumplió el famoso dicho de «toma dura, toma segura».

Todavía no hay explicación oficial del motivo de la explosión pero se rumorea que puede haber sido una fuga de metano la que terminara por causarla. La fuga, a su vez, puede haber sido causada por una toma algo dura; en el vídeo de SpaceX se aprecia cómo el SN10 da un bote tras aterrizar y cómo no queda vertical del todo. Aunque también puede venir de antes, ya que se ven llamas en un lateral del cohete en los instantes previos al aterrizaje. «Licenciado con honores», dijo Elon Musk tras la explosión.

Pero sin embargo según John Insprucker, el ingeniero de SpaceX que comentaba el vuelo, dijo que «A la tercera va la vencida, como dice el refrán. Hemos conseguido un aterrizaje suave y exitoso en la plataforma de aterrizaje, coronando un hermoso vuelo de prueba del Starship 10.»

En cualquier caso es un avance claro respecto a los vuelos del SN8 y el SN9, que se estamparon contra el suelo. Parte del éxito viene, aparte de todo lo demás que puedan haber modificado tras los vuelos anteriores, de que el SN10 encendió sus tres motores justo antes de aterrizar por si fallaba uno –lo que acabó con el SN9– aunque luego dejaron sólo uno encendido para los momentos finales del aterrizaje. Así que habrá que ver esperar a ver qué hace el SN11.

Conviene recordar, en cualquier caso, que los SN8, 9 y 10 son prototipos muy crudos de lo que será la segunda etapa del Starship; y que falta aún por construir y probar el Super Heavy, que será la primera etapa del Starship (sí, es confuso que tanto el conjunto como la segunda etapa se llamen igual). Y hay que recordar también que aunque el SN11 –o el que sea– consigan aterrizar de una pieza tras un vuelo a 10 kilómetros hay un mundo de diferencia entre eso y entre entrar en órbita, hacer una reentrada en la atmósfera, y aterrizar en vertical. Pero pasito a pasito, como decía la canción.

Aunque, como decíamos ayer, lo de enviar una misión tripulada a dar una vuelta alrededor de la Luna en 2023 sigue pareciendo un poco prematuro.

Eso sí, Boeing y la NASA igual debería empezar a preocuparse porque al paso que vamos casi estoy por apostar a que el Starship estará en órbita antes que el SLS.

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