Por @Wicho — 5 de agosto de 2020

Tras meses de pruebas y de sacrificio de prototipos anteriores en ensayos y accidentes el Starship SN5 por fin ha hecho su primer vuelo. Propulsado por un motor Raptor se elevó unos 150 metros, se desplazó aproximadamente lo mismo en horizontal, y volvió a aterrizar.

Fue un salto similar al del Starhopper de agosto de 2019. Y de hecho es la primera vez que SpaceX hace volar hardware del Starship a propósito desde entonces.

Sirvió para comprobar el funcionamiento del sistema de guiado y la resistencia del SN5 en vuelo. Ahora vendrán unos cuantos saltos similares más para pulir el proceso de lanzamiento y luego vendrán saltos a más altura.

El siguiente gran paso será montar tres Raptor en un Starship, ponerle superficies de control aerodinámico (aletas, básicamente) y un cono frontal para hacer saltos de hasta 20 kilómetros. Aunque quizás antes tengan que reparar la plataforma de lanzamiento porque en el vídeo se ve claramente como algo sale despedido poco después del despegue. Y ver por qué salen llamas del Raptor por dónde no deben.

Después de eso vendrán pruebas orbitales. Pero para eso hay que montar seis Raptor –lo que no parece demasiado problema– y un escudo térmico para la reentrada, lo que es «un pelín» más complejo.

El objetivo final de SpaceX es sustituir el Falcon 9, el Falcon Heavy y las Dragon por el Starship, su cohete de nueva generación. Starship es la combinación de una primera etapa conocida (al menos este mes) como Super Heavy, que montará 30 Raptor, y una segunda etapa que se llama Starhsip.

Comparativa de tamaños de Starship v4 con otros vehículos
Starship v4 – el tamaño sí importa - SpaceX

Starship –la segunda etapa, es un poco lío que el conjunto y la segunda etapa se llamen igual– usará seis motores Raptor, tres optimizados para funcionar en el vacío y otros tres, montados en el centro y con capacidad para modificar su orientación, que serán los que utilice para volver a Tierra y aterrizar de una pieza.

Distintas versiones Starship –la segunda etapa– podrán llevar en su interior satélites para ser colocados en órbita o enviados por el sistema solar adelante; servir como un depósito de combustible para que otro Starship se reabastezca en el espacio y pueda abandonar la órbita terrestre; o para llevar hasta 100 personas a bordo. Esta última servirá para sustituir a las Dragon de carga y a las Dragon tripuladas.

Si SpaceX gana el contrato final con la NASA habrá también una versión especial para bajar y subir de la superficie de la Luna. Y si le hacemos caso a Elon Musk Starship no sólo servirá para volver a la Luna sino también para ir a Marte.

Cuando entre en servicio –y cada vez estoy más convencido de que será cuando y no si entra en servicio– Starship –el conjunto– tendrá la capacidad de colocar en órbita baja terrestre algo más de 100 toneladas, lo que lo convertirá en el segundo cohete con más capacidad de carga de la historia, sólo por detrás del mítico Saturno V de las misiones Apolo.

Ahora que SN5 ha volado vienen sin duda meses interesantes para quienes sufrimos de espaciotrastorno. Aunque en realidad hace años que estamos viviendo tiempos interesantes, en gran medida gracias a SpaceX. Una empresa que, no lo olvidemos, acaba de cumplir 18 años.

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