Por @Wicho — 27 de abril de 2016

Tapas fuera…

Más tapas fuera

Los técnicos del Centro Espacial Goddard de la NASA han tenido una semana ocupada retirando las tapas de los 18 espejos hexagonales que forman el espejo primario del telescopio espacial James Webb.

Estos espejos están fabricados en berilio y recubiertos de una fina capa de oro para optimizar su reflectividad en el espectro de los infrarrojos, la parte del espectro en la que funcionará el JWST. Mantener los espejos limpios de polvo, pelos, y cualquier otro resto, así como protegerlos de cualquier arañazo o golpe es fundamental, por lo que están protegidos por unas tapas que se apenas se apoyan en los espacios que hay entre ellos, pero sin llegar a tocarlos.

Pero para instalar los instrumentos del telescopio es necesario darle la vuelta a este, por lo que ha sido necesario retirar estas tapas.

Los instrumentos van detrás del espejo principal, y recibirán la luz después de que esta se refleje en el secundario, que es el que va montado en lo alto del «trípode» que se ve sobre el espejo principal, y de que esta vuelva a reflejarse en el espejo terciario, que va dentro de la pirámide truncada que sobresale del espejo principal.

Se suele hablar del JWST como sustituto del telescopio espacial Hubble, aunque como decía antes en realidad el Webb está diseñado para trabajar principalmente en el infrarrojo; de ahí el recubrimiento de oro de sus espejos. En este sentido es más parecido a otro telescopio espacial de la agencia bastante menos conocido, el Spitzer

Eso sí, el Webb será mucho más sensible que el Spitzer y que cualquiera de los instrumentos del Hubble; su espejo será el más grande jamás puesto en el espacio.

Comparativa de tamaños de espejos
El espejo principal del JWST comparado con el del Hubble y una persona humana – Bobarino en Wikipedia

La utilidad que tiene observar en el infrarrojo es que permite ver a través de las nubes de polvo y gas que bloquean gran parte de la luz visible y que están presentes en numerosos lugares del universo. Además, la mayoría de los objetos del universo, con la excepción de las estrellas, emiten principalmente en el infrarrojo, por lo que en esa parte del espectro hay más cosas que ver. Finalmente, el infrarrojo es también más adecuado para ver los objetos más distantes del universo porque la luz que emiten, debido a las enormes distancias que ha tenido que recorrer antes de llegar a nosotros, está desplazada al infrarrojo.

Si no hay más retrasos, será lanzado en octubre de 2018 rumbo al punto de Langrange L2, un punto a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en dirección opuesta al Sol, un lugar en el que apenas es necesario gastar combustible para mantener la posición y en el que además la Tierra y la Luna cubren parcialmente el Sol, con lo que ayudarán a mantener frío el telescopio, algo fundamental para poder observar los objetos más débiles y lejanos cuya radiación se vería de otra forma tapada por la de fuentes de calor más cercanas.

Pero antes aún hay que terminar de montar el telescopio y someterlo a pruebas, entre ellas las de meterlo en una cámara al vacío y a muchos grados bajo cero para simular su entorno de funcionamiento.

El JWST está en Twitter como @NASAWebbTelescp.

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