Por @Wicho — 28 de marzo de 2024


Imagen tomada por una de las cámaras de a bordo de Odiseo antes de entrar en reposo el pasado 29 de febrero – Intuitive Machines

Era altamente improbable que el aterrizador Odiseo de Intuitive Machines sobreviviera a la noche lunar, que dura dos semanas. Pero aún así la empresa lo dejó configurado para que intentara despertar antes de ponerlo en reposo para pasarla. Sin embargo se han confirmado las previsiones y han dado la misión por terminada al no conseguir retomar contacto con él.

La primera oportunidad para despertar era el pasado día 20, cuando las condiciones de iluminación en su zona de aterrizaje eran suficientes como para que los paneles solares de Odiseo produjeran la suficiente electricidad para salir de su reposo. Pero no ha sido posible.

La primera en más de 50 años

Conocida como IM-1, era la segunda misión del programa CLPS (Commercial Lunar Payload Services, Servicios Comerciales de Carga Útil Lunar) de la NASA.

Odiseo era un aterrizador Nova C a bordo del que iban seis instrumentos de distintos departamentos de la agencia; ILO-X, el precursor del futuro telescopio lunar ILO-1; una especie de centro de proceso de datos de Lonestar Data Holdings; la escultura Moon Phases de Jeff Koons –el mismo de los «perros longaniza» que se pueden ver al lado del museo Guggenheim de Bilbao–; y la cápsula del tiempo Lunaprise con una colección de textos, imágenes, sonidos y vídeos que quedarán allí como repositorio de nuestra cultura.

Los instrumentos, así como unas mantas térmicas fabricadas por Columbia y que protegen a Odiseo, tenían el objetivo de servir como demostradores tecnológicos para cuando tengamos una base lunar.


Odiseo medía 4,3 metros de altura, 1,6 de ancho –aunque el diámetro entre patas era de 4,6 metros– y pesaba 675 kilos antes de ser encapsulado para su lanzamiento. El cilindro metálico que se ve debajo de él es el adaptador para unirlo a la segunda etapa del Falcon 9 – SpaceX

El reciente fracaso de la Peregrine Mission One, la primera del programa CLPS, lanzada unas semanas antes que Odiseo, ponía una responsabilidad extra en Intuitive Machines y en la propia NASA para validar la fórmula del programa CLPS.

Responsabilidad que se veía acrecentada por la fuerte carga simbólica de que, fracasada Peregrine, recaía en Odiseo convertirse en la primera nave que la NASA hiciera aterrizar en la Luna desde que en diciembre de 1972 lo hiciera el módulo lunar del Apolo XVII.

El aterrizaje fue poco menos que milagroso, pues el altímetro láser del módulo no fue correctamente configurado para el lanzamiento y no funcionaba. Hubo que hacer un apaño con uno de los instrumentos de la NASA que iban a bordo para intentar aterrizar. Aunque fue un aterrizaje medio a ciegas en el que Odiseo terminó tumbado sobre uno de sus lados en el cráter Malapert A, tal y como se puede apreciar en la foto que abre esta anotación.

Supongo que no se consuela el que no quiere y que el resultado podía haber sido peor; estuvo muy cerca de terminar con una maniobra de litofrenado de Odiseo contra la superficie de la Luna. Al final han conseguido siete días de datos de la mayoría de los instrumentos, aunque no estuvieran en la posición originalmente planeada, frente a los catorce planeados.

Más misiones a la cola

La siguiente misión del programa CLPS, planeada para el tercer trimestre de este año, es Blue Ghost M1 a cargo de Firefly Aerospace. Tiene como objetivo colocar diez cargas útiles en el Mar de las crisis usando un aterrizador Blue Ghost.

Después de esa estaba programado el lanzamiento del rover VIPER hacia el cráter Nobile en el polo sur de la Luna. Viajará a bordo de un aterrizador Griffin de Intuitive Machines. Iba a ser lanzado en noviembre de este año. Pero mientras la NASA e Intuitive Machines estudian que sucedió con Peregrine la agencia ya lo ha retrasado hasta 2025.

Otro lanzamiento programado para el último trimestre de este año es el de la misión IM-2, que entre otras cosas llevará un taladro para estudiar el hielo bajo la superficie de la Luna en su polo sur. Pero como tiene que aterrizar en un Nova C –el mismo modelo que Odiseo– también es probable que su lanzamiento se retrase.

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