Por @Wicho — 1 de noviembre de 2022

Algo más de tres años después de su anterior lanzamiento, SpaceX lanzaba hace unas horas un Falcon Heavy. Es el tercer lanzamiento «real» de la historia de este cohete; el cuarto si contamos el lanzamiento de prueba que puso el Tesla Roadster de Elon Musk en órbita.

El lanzamiento de la misión se ha retrasado más de un año porque no estaba lista. Se trataba de la misión USSF-44 para la Fuerza Espacial de los Estados Unidos. Su carga útil es secreta y por eso la retransmisión terminó después de que se encendiera el motor de la segunda etapa.

Una vez más la parte más espectacular del lanzamiento fue el retorno a tierra de los dos propulsores laterales del cohete, que podrán ser utilizados de nuevo en futuras misiones. Han sido las recuperaciones número 150 y 151 en la historia de la empresa.

Aunque a cambio hoy la etapa central, por los requisitos de la misión, no ha sido recuperada. Pero sí las dos mitades de la cofia protectora, que el barco de recuperación Doug de la empresa va a pescar a unos 1.400 kilómetros de la costa de Florida.

No se ven muchos lanzamientos de Falcon Heavy por dos motivos. El primero es que el Falcon Heavy es ahora mismo el cohete en servicio más potente del mundo y, simplemente, no hay demanda para toda esa potencia. El segundo es que, además, con la mejora de prestaciones del Falcon 9, algunas de las misiones que iba a lanzar el Heavy pudieron ser pasadas al Falcon 9 bloque 5. Así que menos demanda aún para el Falcon Heavy.

Pero para quienes sufrimos de espaciotrastorno, ahora mismo hay tres lanzamientos previstos para enero de 2023, aunque lo más probable es que se retrasen y no veamos el lanzamiento de tres Heavies en un mes. A partir de ahí hay como otras diez misiones contratadas. Lo que pasa es pueden ser un poco su canto del cisne, ya que SpaceX lo ha apostado todo al Starship, que sustituirá a los dos Falcon para todos los lanzamientos de la empresa.

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