Por @Wicho — 25 de septiembre de 2018

La Tierra vista por distintos exploradores

El programa de satélites artificiales Earth Explorer –Explorador de la Tierra– de la Agencia Espacial Europea tiene como objetivo cubrir las necesidades de la comunidad científica para entender nuestro planeta y su funcionamiento como sistema.

Como esas necesidades van avanzando según aprendemos más la ESA pide periódicamente ideas para una nueva misión. La última de estas peticiones se lanzó en septiembre de 2017 y de las propuestas recibidas la ESA se ha quedado con estas tres finalistas:

  • Stereoid orbitaría en formación con uno de los satélites Sentinel-1. Con un radar de apertura sintética a bordo su objetivo es medir pequeños cambios en la superficie del océano, en los glaciares y en la superficie de la Tierra. Esto mejoraría nuestra comprensión de los patrones de circulación oceánica en pequeña escala, el conocimiento avanzado de la dinámica de los glaciares y su contribución al aumento del nivel del mar, y también permitiría medir cambios en la topografía de la superficie terrestre. Sería algo similar a lo que hacen los satélites Sentinel-3A y 3B, que en lugar de orbitar con 180º de separación lo hacen a sólo 140º para obtener imágenes de fenómenos en movimiento con sólo unos 40 minutos de diferencia.
  • Daedalus llevaría a bordo una serie de instrumentos para estudiar el área entre la atmósfera superior de la Tierra y el espacio, un área muy poco explorada hasta ahora. Aquí, intrigantes y complejos procesos gobiernan la deposición, transformación y transporte de parte de la energía del Sol y del viento solar. El objetivo es cuantificar las cantidades de energía depositadas en la atmósfera superior midiendo, por ejemplo, los efectos causados por los procesos electrodinámicos en esta región. El concepto se basa en un satélite madre, que transporta un conjunto de instrumentos junto con cuatro pequeños satélites que transportan un subconjunto de instrumentos que son liberados a la atmósfera.
  • G Class llevaría un radar de apertura sintética y estaría situado en una órbita geosincrónica para proporcionar una visión constante de las regiones de África y el Mediterráneo. El objetivo de la misión sería realizar observaciones de los procesos del ciclo diario del agua para mejorar la capacidad de predicción de las precipitaciones, la disponibilidad de agua, las inundaciones y los deslizamientos de tierra.

Los equipos que han propuesto cada una de estas tres misiones finalistas tienen que hacer ahora propuestas más detalladas que serán evaluadas de cara a quedarse con una de ellas, que será lanzada en 2027 ó 2028.

Será el décimo Explorador de la Tierra tras GOCE, SMOS, CryoSat 2, Swarm y Aeolus, que ya han sido lanzados –alguno de ellos incluso ya ha terminado su misión y EarthCARE, que será lanzado en 2019, BioMASS, que será lanzado en 2021, FLEX, que será lanzado en 2022, y el que resulte escogido en 2019 entre FORUM y SKIM, los finalistas de la novena petición de ideas para el programa, que debería ser lanzado en 2025.

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