Por @Wicho — 2 de noviembre de 2023


Los suborbinautas de la misión Galactic 05 disfrutan de sus minutos en caída libre: Ketty Pucci-Sisti Maisonrouge a la izquierda; a su derecha Kellie Gerardi; al fondo Alan Stern – Virgin Galactic

Esta tarde Virgin Galactic ha llevado a cabo con éxito el sexto lanzamiento de su avión cohete VSS Unity en otros tantos meses. Galactic 05 es el quinto vuelo en el que iban a bordo «suborbinautas»¹ de pago. El VMS Unity alcanzó una altitud máxima de 87,2 kilómetros y una velocidad máxima de Mach 2,96.

Con esa altitud la Administración Federal de los Estados Unidos (FAA) considera que el vuelo alcanzó el espacio, aunque la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) no, ya que sigue considerando que el límite del espacio está en la línea de Kármán a los 100 kilómetros de altitud.

El VMS Eve despegó a las 16:02, hora peninsular española (UTC +1) y el VSS Unity tomaba tierra a las 16:59 tras haber sido liberado a las 16:44.

El pasaje estaba formado por el Dr. Alan Stern, científico planetario estadounidense y Vicepresidente Asociado para el Sector Espacial del Southwest Research Institute (SwRI); Kellie Gerardi, especialista estadounidense en cargas útiles e investigadora en bioastronáutica del Instituto Internacional de Ciencias Astronáuticas (IIAS); y la franco-italiana Ketty Pucci-Sisti Maisonrouge, que iba a bordo como astronauta (o subornibauta) privada y por lo visto había reservado su billete en 2005.

Si no llevo mal las cuentas es la primera misión comercial de Virgin Galactic que mezcla turistas y personas «aciendo la cencia». A Stern y Gerardi les pagaron el viaje sus respectivas instituciones; por todo lo que sabemos Pucci-Sisti Maisonrouge se lo pagó se su propio bolsillo.

El Dr. Stern voló con dos experimentos que manejó él, incluido un arnés biomédico para recoger datos fisiológicos relacionados con los vuelos espaciales humanos. También realizó rutinas y procedimientos de práctica como preparación para un futuro vuelo suborbital de investigación financiado por la NASA.

Gerardi voló con tres cargas útiles, dos de las cuales evaluaban nuevas tecnologías sanitarias en condiciones de microgravedad mediante la recogida de datos biométricos. La tercera carga útil examinó el comportamiento de fluidos confinados para informar sobre futuras tecnologías sanitarias en el espacio.

Lo que no me queda claro del todo es si al precio que se le supone a estos vuelos –unos 450.000 dólares por cabeza a precio de tarifa– no es mejor opción gastarse ese dinero en volar con Zero-G, por ejemplo. Según las cuentas que ha echado SpaceShuttle Almanac podrías volar 25 veces en ese avión y a cambio conseguir unas tres horas en caída libre frente a los aproximadamente 3 minutos del vuelo en el VSS Unity. Eso sí, en ningún caso podrías decir que has estado en el espacio.

De nuevo según Space Shuttle Almanac con Galactic 05 terminada son 675 las personas que pueden afirmar haber estado en el espacio. 608 en órbita y 75 en vuelos suborbitales, 38 de las cuales cruzaron la línea de Kármán. Y sí, 608 + 75 suman más que 675, pero es que ocho de las personas que hicieron vuelos suborbitales luego estuvieron en órbita.

Galactic 06 está programada para enero.

Esta cadencia de un vuelo al mes de Virgin Galactic da la impresión de que por fin la empresa está funcionando casi como una aerolínea. Pero aún queda mucho para que su viabilidad esté asegurada.

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¹ Le leí lo de «suborbinautas» ya hace algún tiempo a Daniel Marín y me parece un nombre genial para estas personas que participan en vuelos suborbitales, lleguen al espacio, como los de Blue Origin, o no.

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