Por @Wicho — 2 de septiembre de 2021

Según se puede leer en The Red Warning Light on Richard Branson’s Virgin Galactic Space Flight los pilotos del vuelo de Richard Branson «al espacio» se encontraron con un serio problema durante los primeros instantes que la Administración Federal de los Estados Unidos (FAA) está de hecho investigando.

Durante los primeros instantes del vuelo libre del VSS Unity se encendió una luz amarilla, que luego cambió a rojo, que indicaba que el avión cohete estaba fuera de su trayectoria prevista. La opción más segura hubiera sido abortar, al menos en opinión de C. J. Sturckow, antiguo astronauta de la NASA y uno de los pilotos de la empresa. Pero Dave Mackay y Mike Masucci, quienes lo pilotaban aquel día, siguieron adelante. Y es que había mucho en juego. Al menos en lo que al prestigio de la empresa y de su jefe se trataba. Lo de las seis vidas que iba a bordo del Unity ya tal.

El salirse de la trayectoria podía haberles impedido aterrizar en el espaciopuerto de Mojave y haberles obligado a hacer un aterrizaje forzoso en el desierto, con vaya usted a saber qué consecuencias. Afortunadamente Mackay y Masucci consiguieron aterrizar de una pieza al Unity y su tripulación en el espaciopuerto, aunque eso fue a costa de salirse durante casi dos minutos del corredor aéreo que tenían autorizado. De ahí el interés de la FAA en el asunto.

Para entonces, según la pieza enlazada arriba, Mark Stucky, principal piloto de la empresa y responsable del programa de pruebas, había sido relevado a todos los efectos de sus responsabilidades como jefe del programa de pruebas de Virgin Galactic; no tuvo nada que ver en la planificación del vuelo en el que viajó Branson y se limitó a seguirlo desde al lado de la pista. Y poco después fue despedido por videoconferencia tras doce años en la empresa.

Por ser la típica mosca cojonera que quería hablar de los problemas de seguridad del avión cohete y de la tirando a relajada cultura de seguridad que se estaba implantando en la empresa. En especial después de que en julio de 2018 Mackay y Masucci tuvieran serios problemas para hacerse con el control del Unity durante un vuelo de pruebas después de que empezara a girar sobre si mismo y dar tumbos en el aire a causa de varios defectos de fabricación descubiertos después de aterrizar y que llevó meses reparar. O después del vuelo de febrero de 2019 en el que Mackay y Masucci volaron con Beth Moses. El borde de fuga el estabilizador horizontal se despegó por un defecto de construcción y Unity necesitó meses de reparaciones antes de poder volar de nuevo. Todd Ericson, que entonces era vice presidente de seguridad en la empresa, dice «no sé cómo no perdimos el vehículo y matamos a tres personas». Ericsson tampoco está ya en la empresa, pues dimitió ante el empeño de la dirección de la empresa de no ver esas cosas.

Y no hay que olvidar que el VSS Enterprise se estrelló el 31 de octubre de 2014 en un accidente que más tarde fue atribuido a un error del copiloto, que perdió la vida. Aunque también influyeron factores de diseño como por ejemplo que no hubiera un bloqueo en el mando que desbloqueba la cola que impidiera activarlo mientras el Enterprise volara fuera de los parámetros adecuados que fue lo que sucedió. El informe sobre el accidente está disponible en línea en formato PDF si te interesa.

Personal de la NTSB inspecciona los restos del Enterprise tras el accidente – NTSB
Personal de la NTSB inspecciona los restos del Enterprise tras el accidente – NTSB

Mientras tanto Virgin Galactic sigue adelante con su programa de vuelos y acaba de anunciar que el vuelo Unity 23, el que será el primer vuelo comercial de investigación de la empresa, está programado para finales de septiembre o principios de Octubre. En él volarán tres miembros de la Fuerza Aérea Italiana junto a Beth Moses como responsable de la cabina mientas que Michael Masucci y CJ Sturckow se encargarán de pilotarlo.

Después vendrá un parón de varios meses en el que reparar los problemas que está teniendo el VMS Eve, el avión nodriza que lanza al VSS Unity.

Pero la cuestión, al menos visto lo expuesto en el artículo del New York Times, es hasta cuándo seguirán teniendo suerte en Virgin Galactic. O más bien hasta cuándo les durará esta racha de suerte. Yo, desde luego, no creo que la empresa pudiera sobrevivir si ocurre un accidente mortal en uno de sus vuelos de pasajeros.

***

Actualización: si antes lo decimos… un par de horas después de publicar esta anotación la FAA retiró el permiso para volar al SpaceShipTwo como consecuencia de las anomalías detectadas en el vuelo Unity 22. La suspensión del permiso durará lo que dure la investigación o al menos hasta que la FAA quede convencida de que entiende lo que pasó y que no representa un problema de seguridad para futuros vuelos.

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