Por Nacho Palou — 18 de noviembre de 2009

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El Canon EF-S 15-85 mm f/3.5-5.6 IS USM se presentó junto con la Canon EOS 7D y el EF-S 18-135 f/3.5-5.6 IS. Ambos se venden por separado (por unos 750 y 450 euros, respectivamente) o como kit de la mencionada cámara. También ambos son de montura EF-S, es decir, para cámaras con sensor APS-C.

Precisamente por esto último al principio fui un poco reacio respecto al 15-85 mm, pero al final siendo prácticos ese objetivo es el que mejor se adapta a mi cámara (a cualquiera con sensor APS-C) y sobre todo a mis necesidades en lo que a un objetivo de propósito general (o todo terreno) se refiere.

Canon 15-85 mm IS USM
Un aspecto interesante del 15-85 mm es que es "medio-macro", con una distancia de enfoque mínima de 35 cm (50 cm para el 28-135 mm, 45 cm para el 18-135 mm) y un factor de ampliación de 1:5.

El aspecto y tamaño es bastante parecido al 28-135 mm f/3.5-5.6 IS USM -que venía utilizando habitualmente- y al EF-S 17-85 mm -al que probablemente sustituya-, aunque la calidad de construcción y de los materiales es mejor que la de este último.

Respecto al 28-135 mm IS USM que es el que más conozco de sus iguales, físicamente son muy similares, comparten el valor de las aperturas mínimas, están construidos con casi el mismo número de lentes (una más para el 15-85 mm, la asférica), tienen el mismo diámetro, los ángulos de visión también muy parecidos -lo que me ha permitido reciclar el parasol sin apreciar que afecte a la imagen- y los pesos y medidas son prácticamente calcados, siendo algo más pesado el nuevo modelo.

Lémur

El motor USM es tremendamente rápido (diría que más que el de un 17-40 mm f/4L) y muy silencioso, algo que se agradece sobre todo en la grabación de vídeo. En compración, el 18-135 mm que también probé unos días me pareció una auténtico cuello de botella para el sistema AF de la EOS 7D, y su motor de enfoque, que no es USM, era casi lo único que se oía cuando se grababa vídeo normal, sin micrófono exterior.

El 15-85 mm tiene, según Canon, un estabilizador de cuatro pasos que detecta el movimiento lateral (panning o seguimiento del sujeto cuando se desplaza horizontalmente) y cuándo la cámara está montada en un trípode -o fija.

Sin duda el 15-85 mm sería más interesante (y probablemente justificaría más su precio) si fuera algo más luminoso, tipo f/4 a lo largo de todas las focales. Pero esto lo haría aún más grande y pesado, espantando probablemente a un buen número de posibles compradores que valorarán su versatilidad y equilibrio.

Lo anterior por poner algún pero, porque en realidad hoy en día en que se pueden aprovechar los valores ISO altos unido al estabilizador de cuatro pasos, las grandes aperturas no son tan necesarias, salvo que se sea un fanático de los pornodesenfoques. Y esto último se puede tratar con un par de focales fijas luminosas y asequibles, como las 35 mm (f/2) y 50 mm (f/1.8 ó f/1.4).

En resumen, resulta un objetivo muy cómodo de utilizar y que se compenetra muy bien con las 7D, aunque entre ambos se llevan el peso del conjunto hasta los casi 1,4 Kg. Da resultados más que buenos y sirve para prácticamente cualquier situación fotográfica que pueda surgir -que no sea hacer planespotting-, tanto en interiores como en exteriores y tanto si se trata de paisajes como de retratos, fotografía de acción o de proximidad.

En mi opinión, un objetivo perfecto para cuando quiero ir ligero, con un objetivo o dos como máximo.

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