Por @Wicho — 7 de marzo de 2007

Canon Digital Ixus 850 IS © CanonCanon Digital IXUS 850 IS 4 estrellas: muy buena cámara a pesar de un kit de accesorios cutre En casa llevábamos algún tiempo pensando en comprar una cámara de fotos pequeña, de esas que te llevas a los sitios sin pensarlo, para cuando no apetece o no es conveniente sacar a Camarón de la Isla de paseo.

Así, el requisito básico era el tamaño de la cámara, seguido por la facilidad de manejo y que tuviera un sistema de estabilización de imagen de verdad, no de esos que aumentan la sensibilidad del sensor para reducir el tiempo de exposición, lo que afecta negativamente a la calidad de las imágenes; el zoom digital nos importaba más bien poco, ya que para eso están las opciones de interpolación de Photoshop, y preferíamos que a ser posible la cámara usara pilas estándar en lugar de una batería propietaria.

Después de echar un ojo a lo que había en el mercado, en el que también nos gustaban las Exilim de Casio de la Serie Card, las de la Serie S, o las Cybershot de la serie T de Sony, la escogida terminó siendo la Canon Digital IXUS 850 IS, también conocida como Canon SD800 IS Digital ELPH o Canon IXY Digital 900 IS según el lugar del mundo en el que vivas (y esto de los múltiples nombres es una manía de Canon que odio).

Los motivos que nos hicieron decidirnos por ella fueron:

  • Es pequeña (aproximadamente 90×58×25 milímetros) y ligera (unos 150 gramos).
  • Aparte de la 20D, en casa habíamos usado con cierta frecuencia una Canon PowerShot A80 y más recientemente una Canon PowerShot S3 IS, con lo que estamos acostumbrados a su interfaz de usuario, muy similar entre todas ellas, y tras leer por Internet adelante acerca de esta cámara, sabíamos que comprarte el interfaz con las otras cámaras de la marca.
  • El IS del nombre de la cámara se corresponde con un sistema de estabilización óptico de la imagen, esto es, se mueven ciertos elementos dentro del objetivo para realizar esta función, lo que permite ganar unos dos pasos a la hora de hacer fotos sin que estas salgan movidas.
  • El zoom óptico es equivalente a un 28-105 f/2.8 – f/5.8 en una cámara de 35mm, lo que está muy bien para las típicas fotos de grupo y/o interiores que se hacen con estas cámaras, pues en muchas otras el zoom comienza en los 30 y pico o 40 milímetros, lo que ya es un poco demasiado largo.
  • Los resultados obtenidos con las otras cámaras Canon ya citadas.
Lo único que nos echaba un poco para atrás es el tema de que esta cámara usa una batería propietaria de iones de litio, con lo que si se te acaba quedas vendido y no puedes salir del paso comprando unas pilas en cualquier tienda.

Por si te interesan, las especificaciones completas están aquí.

En uso

El mismo día que llegó la cámara -nos ahorramos más de 100 euros comprándola en Pixmanía respecto a los precios de las tiendas locales- me fui de cena de Navidad de empresa con ella sin haber tan siquiera echado un ojo al manual, aunque tal y como esperaba el haber manejado otras cámaras Canon hizo que esto no supusiera ningún problema y al momento estaba haciendo fotos con ella como si llevara usándola toda la vida.
  • La calidad de imagen me parece más que adecuada para una cámara compacta de 7,1 megapíxeles, aunque como es de esperar en las sensibilidades más altas, en especial en 800 y 1600 ASA, el ruido empieza a ser molesto. Puedes ver fotos que he hecho con ella en mi Flickr, como por ejemplo las de las cajas grises coloreadas, una típica de grupo tras una cena, un autorretrato fractal navideño, o un spam que me regalaron (usa la opción «See Different Sizes» del menú de la derecha si quieres verlas a su tamaño original).
  • La calidad del objetivo en sí me parece también estupenda, con una distorsión muy baja en la focal corta y apenas apreciable en los 105 milímetros.
  • Es muy ágil al moverse por los menús y los tiempos de encendido (1 segundo aproximadamente) y el retardo en hacer la foto al apretar el disparador (medio segundo) son lo suficientemente cortos como para que no me parezcan un problema, no como en esas cámaras que desde que aprietas el disparador hasta que realmente hacen la foto pasa tanto tiempo que la gente ha empezado ya a marcharse pensando que la foto está hecha.
  • El autofoco es sorprendentemente efectivo, incluso en una sala prácticamente a oscuras gracias a la luz de asistencia; la detección de caras me pareció también sorprendentemente buena, llegando incluso a detectar la que hay en esta foto.
  • El modo vídeo, aunque no lo uso mucho, es también lo suficientemente bueno como para que me plantee seriamente jubilar nuestra vieja cámara de 8 milímetros, y más ahora que ha decidido no cargar la batería. El estabilizador de imagen ayuda mucho para evitar vídeos «saltarines», aunque no se puede usar el zoom óptico mientras se está grabando vídeo, pero sí el zoom digital.
  • Aunque no es una cámara pensada para ello, el modo «Manual» permite un cierto control de los parámetros de funcionamiento de la cámara al que sepa lo que hace, con un acceso muy rápido a las funciones más usadas.
De todos modos, la cámara no es perfecta, por supuesto:
  • La vida de la batería es razonable para su tamaño, con unas 200 fotos por carga, más si no usas el sistema de estabilización de imagen y/o el flash, y muchas más si no usas la pantalla (que es excelente, por cierto) y en su lugar usas el visor, pero para estar tranquilo realmente debes llevar siempre una de repuesto.
  • Siguiendo con la batería, estaría bien que Canon se currara un indicador de carga de la batería progresivo aunque no fuera excesivamente detallado, ya que tal y como viene la cámara cuando se enciende el indicador de batería baja esta ya no es capaz de hacer más que unas 10-12 fotos más.
  • El zoom funciona un poco «a saltos» y hay posiciones intermedias en las que no se queda; preferiría que el movimiento fuera contínuo.
  • El flash es un poquito escaso, como es también casi de rigor en estas cámaras tan pequeñas, aunque siempre puedes complementarlo con el flash de alta potencia HF-DC1.
  • El acabado es excesivamente delicado, y a pesar de haber tratado bien la cámara, esta ya tiene algunos sitios en los que se ven arañazos.
  • Las tapas del compartimento de la batería/tarjeta de memoria y del de los conectores parecen bastante endebles, en especial sus bisagras, así que habrá que ver cómo aguantan el uso.
  • El kit de accesorios es absolutamente cutre para una cámara de este precio (unos 400 euros), ya que no trae ni una funda y la tarjeta de memoria que incluye debe ser algo así como lo que entiende el departamento de márketing de Canon como una broma, ya que es de 16 MB, en la que caben la friolera de fotos 4 a la resolución máxima de la cámara. Sí, cuatro, no me he comido ningún cero.

Conclusión

Cuando empecé a mirar por Internet qué se decía de esta cámara me sorprendió encontrar comentarios del estilo de que si la calidad de las imágenes no era suficiente para fotos de 20×30, que si el objetivo perdía un poco de definición en las esquinas, o que si la 850 ofrecía muy poco control manual de su funcionamiento.

Mirando la cosa con calme vi que en general se trataba de gente que además decía tener tal o cual réflex y que buscaban una compacta para acompañarla, lo que en mi opinión viciaba sus opiniones, pues obviamente cualquier réflex le da mil vueltas a la 850 o a cualquier compacta en casi cualquier aspecto de calidad que quieras medir, pero es que en mi opinión el objetivo de estas cámaras es hacer los que en algún sitio he leído definida como «fotografía social», el poder darle la cámara a cualquiera en cualquier reunión familiar o de amigos y que se pueda poner a hacer fotos sin problemas, y en esto esta cámara se sale, y aunque por supuesto prefiero la 20D para hacer fotos «de las buenas», estoy seguro de que en unos años las fotos que veremos con más cariño serán en su mayoría las que estamos haciendo con la 850.

Así que no tengo ningún problema en recomendarla encarecidamente, ya que es una cámara fácil y divertida de usar y que además es muy fácil de llevar contigo a cualquier parte, por lo que a menudo hace fotos infinitamente mejores que la réflex que has dejado en casa y que no tienes a mano en ese momento, y probablemente le habría dado las cinco estrellas de no ser por el cutrerío de Canon con la tarjeta de 16 MB.

Si quieres más información, en Digital Photography Review y en Steve's Digicams hay un par de reseñas muy buenas como es habitual en esos sitios; si quieres ver más fotos hechas con la 850, en Flickr las hay a montones.

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