Pol Viladoms nos envió muy amablemente su mini-librito de fotografía Check-in Tempelhof que narra visualmente la historia del Aeropuerto de Berlín-Tempelhof, cerrado al público y abandonado desde 2008. (Puede verse completo en su web).
Las fotografías transcriben un vacío en cierto modo inquietantes, propias de una colosal construcción abandonada –pero no del todo– en mitad de la gran ciudad, como recuerdo de otras épocas. El uso de la simetría, las construcciones periódicas y prácticas y las tipografías de época hicieron de este lugar, al que Norman Foster llamó «la madre de todos los aeropuertos», algo muy especial en su época.
Otro trabajo del mismo autor, que ya comentamos hace tiempo por aquí y que es precioso por su decadencia es No Water, sobre parques acuáticos abandonados.