Por @Wicho — 27 de enero de 2008

Cuando en 1939 Robert Capa huyó de Francia para irse a los Estados Unidos ante la posibilidad de ser internado por ser simpatizante de los partidos de izquierdas su archivo de imágenes de la guerra civil española quedó en su estudio de París.

Parece ser que a finales de ese mismo año o a principios de 1940 le pidió a su amigo y también fotógrafo Imre Weisz que los pusiera a salvo ante el avance imparable de las tropas alemanas, y todo parece indicar que este se los llevó consigo a Marsella, donde fue detenido y enviado a un campo de concentración en Argel.

Pero antes de ser detenido Weisz esos negativos habrían acabado de alguna forma en manos del general mexicano Francisco Aguilar González, que en aquella época estaba como diplomático de su país en Marsella, quien acabaría por llevárselos a su país.

El general con toda probabilidad no sabía quien había tomado aquellas fotografías ni conocía su importancia; Weisz, por su parte, quien por casualidades de la vida acabó viviendo el resto de su vida en México DF, parece que tampoco intentó ponerse nunca en contacto con él para recuperarlos, probablemente asumiendo que aquellos negativos, como muchas otras cosas, se habían perdido en la guerra, o simplemente porque no sabía en manos de quien habían acabado.

Así que todo parecía indicar que esa importante parte del trabajo de Capa había desaparecido para siempre, y de hecho no se menciona estos negativos ni en Robert Capa: The Definitive Collection de Richard Whelan ni en Blood and Champagne, la biografía no autorizada de Capa escrita por Alex Kershaw.

Sin embargo en 1995 un sobrino de una hija del general Aguilar se puso en contacto con el International Center of Photography, fundado por Cornell Capa, el hermano de Robert, después de ver una exposición de fotografías de la guerra civil española, diciendo que había heredado recientemente toda una serie de negativos que contenían fotos de la época, y las pocas personas que había oído hablar de los negativos perdidos de Capa en seguida pensaron que podía tratarse de estos.

El problema es que por diversas causas nunca se pudo comprobar si se trataba de los negativos de Capa porque el heredero del general se mostraba reticente a mostrarlos y en más de una ocasión no apareció en las citas que se concertaron para hablar del tema, hasta que finalmente el centro perdió el contacto con él por completo.

Sucesivos intentos de volverlo a localizar fallaron, hasta que con la ayuda de la cineasta Trisha Ziff, que lleva años viviendo en México, los negativos y su propietario volvieron a ser localizados.

En esta ocasión las negociaciones fueron mejor, y tras asegurarse de que esos negativos iban a ir a parar al lugar adecuado -Ziff asegura que nunca se trató de una cuestión de dinero- su propietario se los entregó a ella el pasado mes de diciembre, quien los llevó en persona a Nueva York.

Negativos perdidos de Robert Capa © Tony Cenicola / The New York Times
Una de las cajas con los negativos perdidos de Robert Capa © Tony Cenicola / The New York Times

Estos negativos son de unas 3.000 fotografías en 127 rollos de película guardados en unas cajas de cartón en el interior de cuyas tapas hay un índice de los contenidos, y están en un sorprendentemente buen estado de conservación según los expertos de Kodak que están tomando parte en su catalogación y restauración.

Contacto elaborado a partir de los negativos encontrados © Robert Capa, cortesía de Cornell Capa/Magnum Photos
Contacto elaborado a partir de los negativos encontrados © Robert Capa, cortesía de Cornell Capa/Magnum Photos

Además, se ha comprobado que no son solo fotografías hechas por Robert Capa, sino que en esos rollos también hay imágenes tomadas por David «Chim» Seymour y Gerda Taro, quienes no solo fueron compañeros de Capa en la cobertura de la guerra, sino que también fueron, respectivamente, su amigo -Capa y Seymour fundarían después de la Segunda Guerra mundial la famosa Agencia Magnum junto con Henri Cartier-Bresson y George Rodger- y su pareja.

Land distribution meeting. Estremadura, Spain, 1936 ©1996 from the Estate of David SeymourDe hecho,aparte de fotos desconocidas de Ernest Hemingway y Federico García Lorca, en ellos ya se ha encontrado también el negativo de una de las fotos más famosas de David Seymour, la de una mujer mirando al orador en un mitin mientras amamanta a un bebé, tomada en Extremadura en 1936 y que se puede ver aquí a la derecha.

La gran esperanza de todos los estudiosos de Capa y de su trabajo es que además en una de estas tres cajas esté también el original de Muerte de un miliciano, la famosísima fotografía de Capa de cuya autenticidad nadie puede estar seguro al cien por cien, y que lleva casi desde el momento de su publicación original siendo reproducida a partir de una copia en papel y no del negativo, perdido quizás hasta ahora.

Queda aún un montón de trabajo que hacer, ya no solo de restauración y conservación, sino de separar los negativos por su autor, trabajo que apenas ha empezado, aunque The New York Times en The Capa Cache y El Periódico de Catalunya en Las fotos perdidas de Robert Capa pasaron 68 años ocultas en México reproducen en sus ediciones de hoy una pequeñísima muestra de lo que hay en estas cajas, pero esta es sin duda, una magnífica e increíble noticia para los aficionados a la fotografía en general y para los admiradores de Capa en particular.

(Nos avisó Endika, quien lo vio en El Concepto es El Concepto.)

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