Por @Alvy — 13 de abril de 2016

El vídeo [a partir de 04:20, donde he marcado el play] muestra la diferencia entre grabar con una cámara GoPro normal y corriente y otra ajustada con un estabilizador de imagen, en concreto el Feiyu Tech G3 Ultra que está bien de precio (~180€) para lo que suelen ser estos cacharros. El modelo G4S es más reciente y también algo más caro, pero incluso más estable; también hay modelos de cardanes más avanzados para otro tipo de cámaras y hasta teléfonos móviles.

Estos estabilizadores están pensados para esas personas a las que el Creador les dio sentido artístico pero no un pulso estable; las grabaciones muestran sobre todo la diferencia entre el tembleque que se aprecia en muchos vídeos –incluso los bien planificados– y el uso de trípodes, estabilizadores y steadicams.

También muestran cuán diferente es el resultado entre obtener la estabilización de imagen «por hardware» durante la grabación o recurriendo a trucos de mago «mediante software» para arreglar lo que ya viene mal en origen.

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