La buena gente de Minute Physics ha dedicado una de sus piezas a explicar el problema de las mezclas y difuminados de color en las imágenes digitales. Esto hace que al combinar colores en aplicaciones fotográficas el resultado sean unas zonas grises borrosas en vez de suaves degradados de color como deberían ser. Y es que según explican la mayor parte del software fotográfico simplemente está mal y realiza los cálculos de forma errónea.
La cuestión tiene que ver con que los seres humanos percibimos las diferencias de brillo mucho mejor en situaciones de oscuridad que de mucha luz: la respuesta del ojo humano es logarítmica. Los sensores digitales en cambio reciben todos esos datos por igual, linealmente. La complicación viene por lo que se suele llamar «razones históricas»: para ahorrar espacio cuando se inventaron las cámaras digitales se acordó almacenar un valor que es la raíz cuadrada del brillo, que luego se recupera elevándolo al cuadrado al mostrar la foto.
Pero cuando hay que combinar colores para mezclarlos hay que tener esto de las raíces cuadradas en cuenta, especialmente que no es lo mismo la raíz de una suma que la suma de las raíces… cosa que apenas ningún programa fotográfico hace bien, incluyendo Instagram, iOS y el valor por defecto en Photoshop. De modo que lo que se obtiene son los tristemente famosos bordes grises.
Esto no quiere decir que estemos hablando de un problema sin solución; el cálculo es más que sencillo. De hecho en Photoshop se puede elegir el modo de fusión de colores en los Ajustes de Color, con una diferencia más que notable. Pero, como dicen en Minute Physics… ¿No merecería esa belleza y precisión ser la opción por defecto?