Los Slow Mo Guys han grabado a 10.000 fotogramas por segundo una cámara fotográfica DSLR que tiene una velocidad de obturación de hasta 1/8.000 segundos.
Esto quiere decir que en el vídeo (a partir de 01:10, con subtítulos opcionales) se ve perfectamente cómo se mueven el obturador, las cortinas, espejos, etcétera.
Estos sistemas de alta velocidad tienen múltiples complicaciones y todo lo que ocurre sucede en una ínfima fracción de segundo: desde el clic del disparo al movimiento de las piezas y la «grabación» electrónica del sensor. Esto incluye detalles que han de sincronizarse, vibraciones y otro tipo de efectos indeseados. Por eso el resultado es tan simple pero a la vez tan increíble: una imagen captada a través de unos pocos milímetros cuadrados que pese a todo ofrece total nitidez y vivos colores.