Por Nacho Palou — 11 de noviembre de 2013

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La Sony DSC-QX100 (como su hermana pequeña la QX10) consiste en una cámara reducida a lo mínimo, al tamaño de un objetivo separado del cuerpo de la cámara. Es decir, prescinde de zonas de sujeción, de algunos controles y de la pantalla LCD.

La QX100 está pensada para funcionar como complemento a un teléfono móvil con el que se conecta de forma directa mediante una conexión wifi entre ambos aparatos. De modo que la pantalla del móvil se convierte a todos los efectos en la pantalla de la cámara, para encuadrar y ver las imágenes y para ajustar los controles.

Así que salvo por la ausencia de una pantalla LCD y un flash la QX100 incluye (además del objetivo Carl Zeiss zoom) todo lo demás: un sensor de una pulgada y 20 megapíxeles (algo mayor que los habituales en muchas cámaras compactas y en la mayoría de los teléfonos móviles), batería, ranura para tarjetas de memoria microSD o Memory Stick Micro, control del zoom y botón de disparo (la QX100 puede funcionar de forma autónoma, pero hay que encuadrar a ojo) y un pequeño indicador para el nivel de batería.

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Un accesorio que viene incluido permite acoplar la QX100 al móvil (es una especie de clip que se adapta a cualquier teléfono de tamaño más o menos normal) de modo que el conjunto resultante es algo parecido a una cámara compacta.

La ergonomía y estabilidad del conjunto es razonablemente buena, especialmente si se sostiene desde la cámara y no desde el teléfono. Es mejor utilizar el botón de disparo de la cámara y no el del móvil, ofrece más estabilidad y sobre todo tiene menos retardo. Una preferencia personal en este sentido es que tal vez el control de zoom debería ir en horizontal mejor que en vertical.

Desde el móvil la aplicación Sony PlayMemories (para Android e iOS, gratuita) da acceso a todas las funciones de la cámara, el modo de disparo (automático o semi manual), el control de la exposición y del enfoque (tocando sobre la imagen), la previsualización de las imágenes, la configuración, etc.

Para conectarlas hay que seleccionar en el teléfono la red wifi que produce la cámara cuando se enciende y establecer la conexión desde la aplicación Sony PlayMemories. Esto tiene una ventaja evidente y es que la cámara se puede mantener alejada del teléfono que la controla y se puede colocar en cualquier lugar y posición siempre que se mantenga dentro del alcance de la red.


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He tenido ocasión de probar la cámara QX100 con distintos teléfonos (iPhone 5S, Xperia Z1) y aunque el proceso de conexión es muy simple tanto si se hace manualmente como por NFC, en ambos caso tras un periodo prolongado de reposo o después de apagar la cámara hay que restablecer la conexión entre ambos dispositivos, lo que lleva más tiempo que lo que supone encender cualquier cámara compacta o de móvil.

En combinación con la cámara del teléfono la QX100 aumenta enormemente las posibilidades de la fotografía móvil, con la ventaja de esas fotos están disponibles al instante en el teléfono igual que si se hubieran hecho con su propia cámara, pero con una libertad de movimientos y una calidad de imagen superiores especialmente en condiciones de poca luz.

En Flickr hay numerosas fotografías hechas con esta cámara: Sony QX100 smartphone camera, Sony QX100 Photos o Sony Cybershot DSC-QX100.

Pero,

Mientras que la QX100 no está conectada al móvil apenas sirve como cámara (funciona, pero no tiene visor) y no cabe en el bolsillo del pantalón porque pesa y ocupa casi tanto como una cámara entera. De hecho la QX100 no es muy cómoda de llevar.

También cuesta unos 450 euros, que no es mucho menos de lo que cuesta la cámara Sony RX100 a la que equivale (mismo sensor, mismo objetivo, mismo zoom óptico,...). La RX100 es una de las mejores compactas y en comparación es más versátil y más «para todo el mundo». La RX100 tiene flash y tiene también wifi para enviar las fotos al móvil; y la batería dura más.

Y si añades esos 450 euros al presupuesto del móvil puedes hacerte con uno que tenga una cámara realmente buena que dé resultados muy similares en condiciones de luz, como son el iPhone 5S, el Nokia Lumia 1020 o el propio Sony Xperia Z1. Igual que éstos, la QX100 se limita a producir imágenes en formato JPEG; nada de raw.

La QX100 ha sido uno de los productos del año que más expectación y entusiasmo han provocado, pero su utilización diaria es un poco engorrosa. O dicho de otro modo, la QX100 es muy (muy) divertida y encierra numerosas posibilidades creativas, pero no es tanto para hacer instantáneas rápida y despreocupadamente, sino más bien para tomarse su tiempo y disfrutar de la fotografía móvil con un planteamiento en el que prime la calidad de imagen sobre la comodidad.

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