Por @Alvy — 6 de septiembre de 2015

Uno de los peores problemas de las cámaras de vídeo son los movimientos bruscos en la imagen, saltos y traqueteos debidos a lo que sucede al desplazarse con ellas (al caminar, ir en coche, bici, etcétera). A este buen hombre se le ocurrió la idea de probar a construir un soporte al estilo steadicam pero en barato, porque los modelos comerciales que se utilizan en el cine cuestan cientos cuando no miles de euros. Pero luego descubrió algo mejor: un trípode espatarrado hace más o menos la misma función y… ¡Hey! Si ya tienes uno… It’s free!

Lo único necesario es un trípode normal y corriente al que puedas abrirle las patas. Las leyes de la física hacen el resto, probablemente debido a que el conjunto tiene un «centro de gravedad» más manejable y la mano del operador de cámara compensa los movimientos bruscos. El resultado comparado son imágenes más suaves, limpias o con menos saltos bruscos.

Este invento es parecido a la steadicam de baja tecnología pero por cero euros: más barato imposible.

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