Por @Wicho — 27 de diciembre de 2017
Hay una diferencia fundamental: los charlatanes lo saben todo. Son infalibles, mientras que los científicos y los divulgadores a veces te dicen «no sé, no te lo puedo explicar». Es más fácil decir que uno lo sabe todo que señalar los límites del propio conocimiento. Ellos pueden curar cualquier enfermedad, han conocido todo el mundo… Un científico y un divulgador te señalan que las cosas no son ni blanco ni negro, que hay matices… Pero es más fácil decir: aquí están los buenos y aquí están los malos.
– Irina Podgorny,
antropóloga e historiadora de la ciencia