Por @Alvy — 4 de agosto de 2006
¿Por qué sentimos la necesidad de poseer aquello que amamos? ¿Y por qué nos volvemos gilipollas cuando lo hacemos? Todos hemos pasado por esto: quieres algo, lo posees, y a través de su posesión, lo pierdes. Consigues a la chica de tus sueños, y lo primero que haces es tratar de cambiarla. Eso que se hace en el pelo, la ropa que lleva, la manera de mascar chicle. Y antes de que te des cuenta, lo que te gustaba, lo que has cambiado, lo que no te gusta, todo desaparece, como los copos de nieve en el viento.
– Chris Stevens desde la K.OSO (Doctor en Alaska, 1990)