A Oliver Sacks le diagnosticaron un cáncer terminal a principios de 2015. Lo contaba en De mi propia vida, una reflexión digna de leer.
Ahora vuelve sobre el tema con Mi tabla periódica:
[…] Y ahora, en este punto crítico, cuando la muerte ya no es un concepto abstracto, sino una presencia —demasiado cercana e innegable— vuelvo a rodearme, como cuando era pequeño, de metales y minerales, pequeños emblemas de eternidad. En un extremo de mi escritorio, en un estuche, tengo el elemento 81 que me enviaron unos amigos de los elementos de Inglaterra; en el estuche dice: «Feliz cumpleaños de talio», un recuerdo de mi 81º cumpleaños, el pasado julio. Y después está el reino dedicado al plomo, el elemento 82, por mi 82º cumpleaños, que acabo de celebrar a principios de este mes. […]
[…] El bismuto es el elemento 83. No creo que llegue a ver mi 83º cumpleaños, pero creo que hay algo esperanzador, algo alentador en tener cerca el «83». Además, siento debilidad por el bismuto, un humilde metal gris, a menudo desdeñado e ignorado, incluso por los amantes de los metales. Mi sensibilidad de médico hacia los maltratados y los marginados se extiende al mundo inorgánico y encuentra un paralelo en mi simpatía por el bismuto.
Es casi seguro que no seré testigo de mi cumpleaños de polonio (el número 84), ni tampoco querría tener polonio cerca de mí, con su radiactividad intensa y asesina. Pero en el otro extremo de mi mesa —de mi tabla periódica— tengo un bonito trozo de berilio (elemento 4) elaborado mecánicamente para que me recuerde mi infancia y lo mucho que hace que empezó mi vida próxima a acabar.
Es curioso que Sacks nunca haya salido antes en Microsiervos, pues tiene un par de libros muy recomendables sobre enfermedades mentales y el funcionamiento del cerebro, un tema que me apasiona, El hombre que confundió a su mujer con un sombrero y Un Antropólogo En Marte.
Para este verano tengo en la Pila su biografía, que promete, titulada On the Move: A Life.
Sacks es el médico protagonista de la película Despertares, personaje al que dio vida Robin Williams.