Por @Alvy — 30 de marzo de 2019

A veces los efectos más complicados se consiguen de la forma más sencilla, casi podríamos decir que de bajo presupuesto. En este caso en Macro Room muestran cómo con un mecanismo que hace dar vueltas a una cámara de alta velocidad mientras graba y objetos cotidianos se pueden conseguir escenas muy llamativas.

La cámara en cuestión es una fps4000 relativamente barata que graba a 4.000 fotogramas por segundo; el resto es agua con diversos colorantes, pintura, arena de colores y mucha paciencia para grabar toma tras toma e ir viendo qué queda mejor.

Personalmente me quedo con las secuencias del principio, que son más simples pero también coloridas e incluso un poco geométricas, casi como si estuvieran simuladas con un motor de física 3D de fluidos. Las secuencias del final tienen objetos más complicados, raros y extravagantes, pero como la simplicidad no hay nada.

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