Por fin, desde hoy, lo del encender el móvil cuando estás de viaje –al menos en el Espacio Económico Europeo– deja de ser una preocupación por saber cuanto te van a clavar si osas hablar por teléfono, y no digamos si osas utilizar tu tarifa de datos.
Tras varios años dándole vueltas al asunto entre políticos y operadoras desde el 15 de junio de 2017 dejan de aplicarse las tarifas de roaming (también conocido como itinerancia, pero menos) en los países del Espacio Económico Europeo, que vienen siendo la Unión Europea junto con Islandia, Liechtenstein y Noruega, aunque en estos tres últimos la abolición del roaming será en realidad poco después del 15 de junio.
Para que no haya dudas: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia (incluidas las islas de Reunión y Guadalupe), Grecia, Holanda, Hungría, Irlanda, Italia (Vaticano incluido aunque no sea miembro de la UE, pero a ver cómo te las apañas si no), Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Polonia, Portugal (Azores y Madeira incluidas), Reino Unido (sí, el Brexit aún no se ha producido, aunque no se incluyen las islas de Man, Jersey y Guernsey), República Checa, Rumanía y Suecia + Islandia, Liechtenstein y Noruega.
Ojo con Andorra, Mónaco y San Marino, que no están incluidos en esta nueva normal, con lo que seguirán aplicándose tarifas de roaming, y con las tarifas a bordo de los cruceros, que aunque vayan por «aguas europeas» utilizan repetidores 4G para salida con conexiones satélite y la tarifa podría ser incluso mayor.
En cualquier caso, te puedes descargar un documento de preguntas frecuentes en español desde Frequently asked questions | Roam like at home.
Es cierto que en los últimos años las tarifas de roaming habían bajado ya bastante y que te llegaban SMS avisando de cuando superabas los 50 euros de consumo (prácticamente en nanosegundos, claro), además de que algunas operadoras que funcionan en varios países ya ofrecían a sus abonados tarifas sin roaming.
Pero ahora no tendremos que preocuparnos de qué operadora somos ni qué contrato tenemos ni de a qué red estamos conectados: estemos donde estemos en el Espacio Económico Europeo se nos aplicará la tarifa que tengamos contratada, ya sea de contrato o de prepago. Es cierto que hay algunos límites para evitar abusos del tipo contratar una línea en un país de residencia distinto al tuyo que tenga tarifas mucho más baratas y así, pero en general, para un uso normal de los móviles, podemos olvidarnos del asunto del roaming y de andar a la caza de wifis.
Para los que vivimos en zonas fronterizas este cambio es también muy bienvenido, pues a veces el móvil se puede enganchar a una operadora extranjera en vez de a la nacional porque su señal llegue con más fuerza (siempre que tengas el roaming activado, claro).
Otra cosa es como gestione cada uno el estar turisteando permanentemente conectado y cosas así, aunque eso es algo a lo que deberíamos prestar atención siempre.