Por Nacho Palou — 28 de julio de 2014

Aplicaciones como KeyMe o Keys Duplicate utilizan la cámara del móvil para fotografiar (escanear) llaves físicas y guardar una copia virtual en el teléfono.

Una vez escaneadas y guardadas en el móvil las llaves se puede compartir con otras personas y si es necesario se pueden replicar en cerrajerías que trabajen con estas aplicaciones; en algunos casos la copia la puede hacer uno mismo en quioscos provistos de impresoras 3D o máquinas duplicadoras de llaves situados en la calle en algunas ciudades de EE UU.

The App I Used to Break Into My Neighbor’s Home — Es como la función «recordar contraseña» en el mundo físico, permiten enviar tus claves codificadas en metal por Internet donde puedes acceder a ellas, duplicarlas o enviarlas por correo electrónico a un amigo que está esperando en la puerta de tu casa.

Lo cual no hace sino confirmar acerca de la baja (falsa) seguridad que ofrecen la mayoría de las cerraduras y llaves convencionales; nada que no supiéramos, pero la idea está curiosa.

Ya hace unos años un profesor de ciencias de la Universidad de San Diego en California demostró que era posible duplicar llaves con sólo hacerles una foto desde la distancia, y en cualquier caso un cerrajero apañao puede hacer un duplicado o abrir una cerradura en segundos.

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