Por Nacho Palou — 12 de agosto de 2010

1. Una pantalla espectacular

Sin ninguna duda lo que más llama la atención del iPhone 4 es su pantalla. Supone la mayor diferencia con respecto a los iPhone anteriores. Es simplemente espectacular. Tratar de distinguir los píxeles o encontrar bordes pixelados a simple vista es imposible.

La pantalla del iPhone 4 comparte la tecnología IPS y la iluminación por LED empleada también en el iPad, monitores LED Cinema Display y nuevos iMac. La tecnología IPS es una evolución respecto a las pantallas LCD de resultados equivalentes a las pantallas OLED e incluso superior a éstas en aspectos como nitidez (permite píxeles más pequeños), durabilidad y fiabilidad.

Entre las mejoras que ofrece la nueva pantalla se incrementa la visibilidad lateral. La pantalla puede verse desde casi cualquier ángulo, hasta 178º. 180º ya es mirar desde el plano perpendicular.


La pantalla resulta visible desde prácticamente cualquier ángulo conservando intactos colores y contraste. Algo difícil de ver en este tipo de pantallas, OLED incluidas.

Aunque IPS probablemente penaliza algo el consumo (utiliza dos transistores por píxel, en lugar de uno) el resultado es una pantalla más brillante y que cuadruplica el contraste respecto a las anteriores. Además los colores son auténticos. Los blancos son realmente blancos y los negros, negros.

El tamaño es el mismo que en el iPhone 3G S, 3,5 pulgadas. Pero la resolución es cuatro veces mayor: 640 x 960 píxeles. La densidad de píxeles (la cantidad de puntos luminosos que hay por cada pulgada cuadrada de superficie) es de 326 ppi o ppp (pixels per inch o píxeles por pulgada).

Como referencia de cuánto es este valor, 300 ppi es el límite típico en el que el ojo humano ya no es capaz de distinguir los puntos individuales que forman una imagen. Es el valor utilizado para imprimir con calidad en papel; por ejemplo, fotografías y revistas.

En un iPad esta cifra es de 132 píxeles por pulgadas (ppi), y la pantalla de un ordenador común rara vez llega a los 100 ppi.

Aunque una pantalla de ordenador común no puede reproducir la densidad de píxeles de la pantalla de un teléfono –en estos suele ser mayor porque están diseñadas para mirarse más de cerca– una fotografía semimacro de la pantalla del iPhone 4 (mitad izquierda) y del iPhone 3G representa la diferencia entre ambas.

La pantalla del iPhone 4 tiene el cuádruple de píxeles que la del iPhone 3G.

2. Diseño y una construcción sobresaliente

La construcción del iPhone 4 es soberbia y su aspecto es –en mi opinión– mucho más bonito que sus antecesores.

Según Apple el teléfono está construido “desde dentro hacia fuera”. Esto resulta en un teléfono muy compacto y fino. Mide menos de un centímetro (9,3 mm) de grosor. El peso apenas varía, 135 gramos.


Aunque el iPhone 3G S ya era delgado -y lo parecía aún más por su trasera curvada- el iPhone 4 lo es realmente: tiene menos de un centímetro de grosor.

Los materiales son acero pulido y vidrio de alta resistencia a los golpes y arañazos. Es el mismo tipo de vidrio utilizado en el parabrisas de los trenes de alta velocidad.

Acero y vidrio son dos materiales mucho más resistentes y atractivos que el plástico, aunque en teoría su mayor rigidez absorbe peor el impacto de una caída.

A diferencia de los modelos anteriores, el mismo vidrio se encuentra en ambos lados del teléfono, por delante y por detrás. Por lo que con el iPhone 4 no hay efecto “tostada con mantequilla”: caiga del lado que caiga siempre lo hará contra el lado del vidrio.

En esta ocasión parece que realmente el recubrimiento antiadherente, que evita que permanezcan las huellas en la superficie del teléfono, cumple su función. Si bien mientras se utiliza el teléfono es inevitable que queden marcas de dedos en la pantalla, al sacarlo de nuevo del bolsillo tiene el mismo aspecto impoluto que cuando se estrenó.

El nuevo cargador también es digno de mención porque es prácticamente invisible: es sólo algo más largo que una clavija de enchufe normal y corriente. El iPhone 4 es compatible con los cargadores de modelos anteriores y con el del iPad, que es el doble de potente (10 W) y completa antes la carga.

Una particularidad del iPhone 4 es que, igual que el iPad, utiliza un nuevo formato de tarjeta SIM, denominada microSIM. Ésta es físicamente más pequeña que una SIM convencional.


La tarjetas microSIM son más pequeás que las SIM convencionales, aunque son totalmente compatibles: todo se limita a una reducción del plástico que rodea el chip.

Pero la reducción de tamaño en la microSIM se limita a prescindir de buena parte del plástico que rodea al chip. De modo que en realidad una SIM normal puede funcionar en el iPhone 4 (como en el iPad) si se recorta algo del plástico sobrante de alrededor.

El iPhone 4 (igual que por ejemplo el Google Nexus One) tiene dos micrófonos. Uno (en la base) capta la voz y otro (en la parte superior) capta el ruido ambiente y lo resta para anularlo de la conversación.


El micrófono secundario, junto al conector de auriculares, se utiliza para anular el ruido ambiente durante la conversación.

El micrófono superior funciona de forma convencional cuando se hace videoconferencia o se graba voz, ya que en esos casos el teléfono se sostiene cogiéndolo de la parte inferior, tapando el micrófono principal.

El resto de de elementos son los mismos y guardan la misma disposición que en modelos anteriores: volumen, auriculares, botón de silenciar, conector y altavoces. Cambia la ubicación de la ranura para la tarjeta SIM, que pasa de la parte superior al lateral derecho y se añaden la cámara frontal y un flash LED para la cámara posterior, que es de 5 megapíxeles.

3. Capacidad multimedia y una cámara que sorprende

Precisamente la cámara del iPhone 4 es otra de las grandes mejoras. Produce imágenes de calidad más cercana a la que se obtiene con una compacta económica que a las que son habituales de los móviles, aunque éstas no dejan de tener algo de aspecto de foto de cámara de móvil.

Y aunque no llega a sustituir a una cámara de bolsillo las imágenes que se consiguen se pueden enseñar sin mucha vergüenza –esto es, sin tener que añadir la coletilla de “la calidad no es muy buena porque la hice con el móvil.” Aunque esto depende de cuánto de exigente sea cada uno.

La cámara principal tiene zoom, flash LED (que puede permanecer encendido para la grabación de vídeo), y se puede elegir la parte de la imagen donde se quiere enfocar simplemente tocando en la pantalla como en otros teléfonos con cámara más o menos sofisticada.

La cámara frontal -que se puede utilizar como tal o para videoconferencia (función FaceTime) es de 640 x 480 píxeles de resolución, sin flash.


Los vídeos se pueden editar directamente en el iPhone usando la aplicación iMovie, que aunque cumple es mucho más limitada que la versión para Mac.
El iPhone 4 graba vídeo en calidad HD (720p, 30 fps) que se pueden editar directamente en el teléfono con la aplicación iMovie for iPhone (3,99 euros). Vídeo de ejemplo. De momento no parece que sea posible reproducirlos directamente desde el teléfono en un televisor HD.

La función iPod es la misma que en modelos anteriores, aunque ahora se accede al menú de reproducción a través de la función de la multitarea (doble clic en el botón) ya que esa aplicación siempre está corriendo. Aparece a la izquierda de la lista de aplicaciones abiertas.

El iPhone 4 es también una completa y sofisticada videoconsola portátil. Sorprende que aún siendo un teléfono de un fabricante tradicionalmente ajeno a los videojuegos en este sentido el iPhone es superior a prácticamente cualquier otra videoconsola portátil fabricada específicamente como tal.

Calidad de la pantalla y potencia del procesador aparte, cada vez más juegos aprovechan el giroscopio integrado en el iPhone. El giroscopio detecta los movimientos efectuados en cualquier eje del teléfono y éstos pasan a convertirse en parte de los controles del juego.

Por ejemplo permite conducir vehículos como si el teléfono fuera un volante (Real Racing, Need for Speed) o mover la vista 360º alrededor del personaje en juegos que se desarrollan en primera persona (N.O.V.A. - Near Orbit Vanguard Alliance).

4. Potencia y duración de batería

El iPhone 4 es tremendamente rápido y potente. Si este texto tratase sobre superdeportivos de serie estaríamos hablando del poderoso Bugatti Veyron.

Comparte el procesador Apple A4 que hace que utilizar el iPad sea una delicia: cualquier tarea se ejecuta casi instantánea; prácticamente sin esperas ni pausas, incluso teniendo numerosas aplicaciones abiertas o ejecutando juegos o aplicaciones exigentes, como Google Earth. El iPhone 4 es más potente que el iMac original.

El procesador A4 es por tanto ya conocido, y cumple sobradamente en el iPhone 4. De éste por cierto, no hay datos oficiales en cuanto a su capacidad de memoria. Apple, simplemente, no da ese dato. Algunas fuentes hablan de 512 MB de RAM.

Maneja los vídeos en formato HD con total soltura –algo que apenas son capaces de hacer la mayoría de los netbooks– tanto en reproducción, como en edición y conversión.

La nueva batería –en combinación con el nuevo procesador, de menor consumo– incrementa la autonomía del iPhone. Debería durar, según Apple, hasta un 40% más. En la práctica supone algunas horas más de independencia del enchufe respecto al modelo anterior.

Aunque este aspecto –como siempre– depende del uso que cada uno dé al teléfono. Personalmente diría que se nota cierta mayor duración de la batería respecto a los iPhone y iPod anteriores. Los juegos, especialmente los más exigentes, son sus principales devoradores. Pueden agotarla totalmente en unas dos o tres horas.

5. La plataforma iOS 4

El sistema operativo antes conocido como iPhone OS está hecho a medida del iPhone 4.

Aunque iOS 4 me decepcionó en el iPhone 3G porque no añadía su principal características –la multitarea– y en cambio ralentizaba notablemente el funcionamiento del teléfono (algo que al parecer solucionará la actualización versión 4.1), no sucedía así en el iPhone 3G S (o iPod Touch de 64 GB, que es en esencia el mismo hardware) que sí se beneficiaba de la multitarea. Pero con el iPhone 4 está en otra dimensión.

Respecto al iPhone 3G S no añade funciones adicionales visibles excepto las relativas al hardware específico de éste, como las nuevas cámaras.

En el iOS 4 multitarea puede significar distintas cosas dependiendo de las aplicaciones. De momento, en la mayoría de ellas supone que se puede cambiar rápidamente de unas aplicaciones a otras. Da igual lo compleja que sean, aparecen en el instante en el que son convocadas.

Sólo aquellas que están preparadas para iOS 4 pueden mantener cierta actividad en segundo plano o aparecer tal cual se dejaron. Otras se reinician como si se volvieran a abrir.


Pulsando en el símbolo menos (-) se fuerza el cierre de las aplicaciones abiertas que “reposan” en segundo plano. La posibilidad de agrupar aplicaciones en una carpeta es otra de las características de iOS 4.

Para acceder a la lista de aplicaciones abiertas hay que pulsar dos veces el botón pricipal –Home–. En la parte inferior aparecen todas las aplicaciones que se han ido abriendo anteriormente en orden hacia la derecha del teléfono. Hacia la izquierda están –permanentemente– los controles de la función iPod. Para cerrarlas se mantiene pulsado el icono de cualquiera de ellas hasta que los iconos empiecen a temblar.

Para el acceso al control por voz del teléfono hay que mantener pulsado el botón home durante tres o cuatro de segundos.

Más detalles sobre el iOS 4 en Nuevo iPhone OS: miel sobre hojuelas, pero no para todos.

Llamadas que se cortan, la sombra del iPhone 4

En zonas donde hay cobertura el iPhone 4 no se queda sin ella por el mero hecho de cogerlo.

Sí que sucede que el indicador de cobertura pierde una e incluso dos barras cuando se coge haciendo contacto en las dos partes de la antena, la banda metálica separada por una pequeña línea negra. Pero en general el teléfono sigue operativo, la recepción es buena y la conexión de datos no se ve apreciablemente ralentizada.

De todos modos Apple reconoció este problema y ofrece gratuitamente, a través de la aplicación iPhone 4 Case Program, una funda gratuita que pueden solicitar quienes la consideren necesaria. Después de probarla no he notado una diferencia significativa respecto a no ponerla y de hecho no la utilizo nunca.

Aunque el iPhone 4 puede no ser perfecto se puede llevar una vida normal con él y realmente, en mi opinión, merece la pena. Los cortes en las llamadas en zonas sin cobertura total son excepción y no norma y tampoco es fácil determinar si es cosa del teléfono, de la cobertura o de una combinación de ambos factores.

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