Por @Alvy — 20 de septiembre de 2017

Doogee S60

Doogee S60

Sistema Android 7.0
Pantalla 5,2"
Resolución 1920 x 1080
Peso 287 gr
CPU Octa core ARM Cortex-A53
Cámaras 21 / 8 Mpx
Memoria RAM 6 GB
Almacenamiento 64 GB / +MicroSD
Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac
Batería 5.580 mAh
Precio (PVP) ~260€

Otras características: Lector de huellas. Dual Micro-SIM. Conector micro-USB tipo B. Conectividad 2G/3G/4G/LTE. GPS/AGPS/Glonass. NFC. Sensores: brillo, proximidad, acelerómetro, brújula. Led de notificaciones. Bluetooth 4.0. Conexión auriculares 3,5 mm. Batería extraíble. Incluye cargador, cable USB, protector de pantalla.

He estado probando algunas semanas un Doogee S60 que nos enviaron este verano; una buena forma de comprobar cómo evoluciona la marca dado que en el pasado ya había podido trastear con algún modelo de otras gamas. El S60 es ahora mismo el más representativo de la línea S, los terminales robustos que muestran todo su poderío en situaciones un tanto extremas: deporte, aventura, trabajos sobre el terreno y similares.

En este sentido el S60 es una auténtica bestia metálica, rugosa pero manejable a la que han supervitaminado con lo último en cuanto a tecnología relacionada, manteniendo al mismo tiempo un precio razonable. Su peso de casi 300 gramos ya da una idea de por dónde van los tiros: ahí cabe todo, pero no esperes elegancia. El diseño del móvil es interesante, muy del estilo nave espacial de los 80 –el modelo que probé fue el de color negro, probablemente el más neutral– lleno de botones, salientes, bordes e incluso tornillos a simple vista que le dan un aspecto rudo pero agradable al tacto; hasta se podría decir que es un poco cyberpunk. Desde luego no es para quien se amilane fácilmente o espere algo suave y delicado.

Este tipo de productos deben sobrevivir en cualquier entorno, así que está certificado IP68 para no estropearse con el polvo e incluso si pasa un rato bajo el agua y para temperaturas un tanto extremas. Sin problemas al respecto cuando lo traté con un poco más dureza de lo habitual.

Fuerza bruta bastante aparente

El S60 obtiene la potencia de ocho núcleos ARM Cortex-A53 (la mitad a una velocidad, la mitad a un poco más) que le dan 919 puntos en la prueba de CPU de Geekbench 4 y 3.939 en la prueba multicore. Supera a todos los demás terminales similares –en gama y precio– que he probado, situándose en el escalón inmediatamente inferior a lo que podría ser un S7 Edge. Durante las pruebas de hecho llegó una actualización del sistema que mejoró su potencia un 10%, dando una idea de hasta qué punto influyen tanto el hardware como el software en esas cosas.

La pantalla es muy generosa, con 5,2 pulgadas y un brillante Full-HD (1920 x 1080), aunque más que su calidad, que es buena, destaque su resistencia (Gorilla Glass 5) especialmente si se le instala la película protectora tal cual se saca de la caja. Y aunque las raspaduras no pudieron hacer mella en ella sí que apareció con el tiempo alguna microburbuja de esas que solo se ven cuando sabes que están allí. Lo más notable es poder verla bien bajo casi cualquier condición de luz.

Como cámaras Doogee ha usado nuevamente la fuerza bruta: 21 megapíxeles para la principal y 8 megapíxeles para la frontal, con lo cual tanto los vídeos como las fotos y los selfies tienen una calidad más que aceptable – algo a lo que también ayuda el software mejorado y que cuente con muchos modos automáticos.

Tanto hardware consume su ración diaria de energía, pero la batería de 5.580 mAh le proporciona una vida media más que interesante. Destacaría que el consumo en standby es casi nulo, así que si se gestiona bien aguanta una buena salida de un día completo o incluso más. El cargador es un USB tipo B estándar (me pareció raro que no tuviera ya tipo C) con carga rápida. Además se puede comprar un cargador inalámbrico (unos 25€) para recargar con solo colocarlo encima de la base.

Al S60 le he encontrado dos problemas un tanto «tontos» que hay que mencionar: el primero son las gomas de quita y pon de los conectores (cargador, auriculares) que son apropiadas pero un tanto incómodas, van tan ajustadas a presión que es casi imposible destaparlas sin un destornillador o clip con el que ayudarse. (Solución: usar el cargador inalámbrico). El segundo está relacionado con el botón de emergencia One Key SOS que lleva en la parte inferior izquierda. Al mantenerlo pulsado cinco segundos realiza una llamada de petición de ayuda personalizable, junto con texto y coordenadas GPS. Buena idea. Pero el problema es que por su posición y sensibilidad no hay día en que no se pulse ese botón por error al guardar el móvil, agarrarlo sin mirar, enchufarlo a cargar, etcétera – momento en el que se pone a pitar a todo volumen en una cuenta atrás de 5 segundos antes de lanzar el mensaje. No es nada que no se pueda resolver desactivándolo por software, pero podría estar mejor resuelto.

El sistema Android 7 que lleva el S60 instalado funciona muy adecuadamente –y lejos de quedarse obsoleto está bastante actualizado– y cuenta con todas las funciones extra imaginables: accesos rápidos, modo DuraSpeed para la batería, gestos, control sin toques, grabador de pantalla, modo de «una sola mano» y demás. Aparte de esto lleva también una app llamada Toolbox «marca de la casa» con brújula, medidor de decibelios, pulsaciones, nivel/plomada, lupa, contador de pasos y hasta barómetro para medir la presión atmosférica.

El Doogee S60 se vende a través de la web del fabricante y también en Ali Express por unos 260 euros. Un precio interesante para todo lo que ofrece sin entrar en las palabras mayores de terminales más de diseño o los Android de «andar por casa». Aquí se paga por algo funcional y resistente, que no se rompa a las primeras de cambio y dure una larga temporada, y eso es lo que se obtiene.

Actualización (octubre de 2017) – El fabricante ha lanzado una Edición Especial Juego de Tronos del S60, para los que además de buscar un móvil sean fans de la serie, ya sea desde Invernalia a las tierras de los Dothraki.

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