Esta pequeña maravilla es una fotografía tomada por Mikhail de Zeptobars del chip del reloj de cuarzo Casio-F-91W, uno de los más míticos de la era de los relojes digitales de pulsera. Tan legendario es que aunque salió a la venta en 1989 todavía se puede comprar en muchas tiendas, y de hecho se puede ver en muchas muñecas compitiendo con su simplicidad con los smartwatches más modernos.
El chip que alberga en su interior mide tan solo 2,99 × 2,54 mm y como explican en Zeptobars curiosamente la parte puramente digital ocupa menos del 50% de su superficie (izquierda). Entre otras cosas tiene algunos jumpers para un ajuste fino del reloj de cuarzo, una forma barata de conseguir más precisión.
Con el paso de los años se han creado algunas variantes de este chip, que funcionan igual pero proporcionan más rendimiento; ahora mismo Mikhail está interesado en compararlas. Por ejemplo se sabe que con una pila el reloj original podía funcionar 2 años; la versión de 2006 ya duraba entre 7 y 10 años (!) La precisión del reloj, una de sus grandes características, varía con la temperatura, pero se anunciaba como de 30 segundos al mes, aunque en algunos relojes llegaba a ser de hasta 6 segundos al mes, toda una proeza.
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