Thomas Mayer creo este prototipo de entrenador de tenis de mesa a partir de una idea inicial bastante simple: mostrar estadísticas. Pero vio que añadiendo unas cámaras podría recopilar más datos y que quizá sirvieran para entrenar y se puso a hacerlo. Una vez que el hardware estuvo instalado –cámaras CL-eye de PlatStation 4 y un proyector HD– y completamente calibrado era capaz de captar la pelota volando a 230 km/h y proyectar imágenes en tiempo real – lo que añadía nuevas posibilidades al invento.
Al final Mayer consiguió crear una mesa que no solo recopilaba estadísticas sino que lo hacía de forma personalizada para cada jugador (las raquetas llevan un chip NFC) y que además muestran los golpes y trayectorias según se producen durante los partidos.
El «modo entrenador» básicamente indica los lugares en los que hay que hacer rebotar la pelota de modo que los jugadores practiquen los golpes óptimos. Y aunque tenga pinta de ser un gran candidato a un ¡cállate y toma mi dinero! se trata simplemente de un prototipo que sólo funcionó «en real» durante unas horas –y con algo de ayuda durante el tiempo de desarrollo– de modo que quien quiera continuar la labor tendrá prácticamente que partir de cero. Al menos sirvió para demostrar que poderse hacer, se puede.