Por Nacho Palou — 25 de noviembre de 2015

Filip Movistar

Filip se define como «el primer smartwatch para tu hijo». Se trata de un teléfono móvil en formato de reloj de pulsera dirigido a niños pequeños de entre 4 y 11 años, sin móvil propio. En España lo comercializa Movistar —por 135 euros y una cuota de 12 euros al mes— quien nos cedió la unidad que hemos probado.

El reloj funciona como tal y además permite a padres e hijos mantener el contacto mediante llamadas de voz y mensajes de texto. Además los padres pueden conocer la ubicación geográfica del niño; el reloj dispone de conexión 3G y de GPS.

Para conectarse Filip lleva su propia SIM con número de teléfono y conexión de datos 3G. La configuración y casi todo el manejo del reloj se hace desde una aplicación en el teléfono móvil del progenitor y es bastante sencilla: básicamente pide el nombre del niño y algunos de sus datos personales y también de los progenitores y una lista de teléfonos de contacto a los que el niño puede llamar en caso de necesidad — y listo, a funcionar.

En este sentido las llamadas no se realizan directamente desde el reloj. En cambio cuando el niño mantiene pulsado el botón de llamada una operadora automática se encarga de establecer el contacto entre el reloj y alguno de los teléfonos asignados, insistiendo para asegurar que el niño recibirá respuesta. El reloj tiene sólo dos botones y es suficiente con el niño sepa que para llamar tiene que pulsar el botón rojo que es más grande.

Filip Movistar

Desde el reloj no es posible escribir mensajes de texto pero sí puede recibir mensajes cortos en la pantalla, que es pequeña y en blanco y negro pero que cumple su cometido. La pantalla no se ilumina, lo que reduce el consumo de la batería recargable — que dura entre uno y tres días según el uso.

Por su parte desde la aplicación en el móvil los progenitores pueden ver sobre un mapa dónde está el reloj en todo momento, siempre que se mantenga encendido —no es fácil apagarlo—, funcionando y con cobertura. También pueden ver su estado, caso de la carga de la batería.

Las zonas seguras son áreas elegidas en el mapa, caso del colegio, que provocan que el smartwatch notifique a los progenitores siempre que el niño entre o salga de ellas; de tal modo que se puede saber cuándo la ruta llega o sale del recinto escolar, por ejemplo.

Las llamadas y los mensajes de texto breves, de hasta 24 caracteres, también se envían desde la aplicación Filip, disponible para iPhone y Android. Una misma aplicación puede controlar más de un reloj.

Al margen de la consideración personal de cada uno respecto al uso de este tipo de dispositivos, el reloj Filip cumple la función de localizar y de mantener una vía de comunicación casi permanente con los hijos pequeños. Algo que en realidad todo padre puede hacer normalmente con cualquier persona de su entorno excepto, precisamente, con sus hijos.

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