La gente de Ten Go nos envió un GoCast Mirroring para Apple para que pudiéramos probarlo. Se trata de un «receptor de contenidos multimedia streaming HD», que existía originalmente en versión Android y que con el tiempo dio el salto al mundo Apple.
El concepto detrás del GoCast es muy simple: clonar la imagen de cualquier dispositivo en la pantalla de un televisor o proyector. Esto se logra mediante un pequeño gadget que incorpora un conector HDMI y se conecta como «fuente» a la pantalla. En el ordenador y otros dispositivos como el iPhone o el iPad, basta entonces utilizar la función de duplicación de vídeo a nivel de sistema operativo (mirroring) o el AirPlay, que reproduce externamente el contenido que se elija. ¿Cómo funciona? Las imágenes y el sonido se transmiten vía wifi (802.11 b/n/g) con una calidad que permite alcanzar 1080p y 60 fps.
La forma de instalarlo es relativamente simple: enchufarlo a un conector HDMI libre del televisor, alimentarlo con el cable USB que viene incorporado (si el televisor no tiene USB se puede usar un adaptador externo) y dejar colgando el cable-antena que recibe el wifi.
La configuración del wifi en sí es algo más delicada: el GoCast se puede conectar directamente a los dispositivos (de modo que lo puedes llevar de viaje) o bien «enrutarlo» hacia la salida de Internet local, que al final suele ser lo más práctico. De ese modo puede acceder a Internet, lo que evita perder la conectividad del equipo principal. La configuración no es muy complicada y se puede hacer desde cualquier navegador: elegir la red local, teclear la contraseña y dejarlo todo configurado para el futuro.
La capacidad de transmisión multimedia me sorprendió por su calidad para un dispositivo wifi: incluso a máxima calidad el audio y el vídeo se mantienen sincronizados, con buen detalle y sin apenas retardo respecto al equipo que está emitiendo. El retardo evidentemente existe, pero debe estar en la frontera de los 5, 10 o 15 ms, de modo que es apenas apreciable: habría que poner ambas pantallas juntas para apreciar que una va ligeramente por detrás de la otra. Esto permite que la respuesta cuando se usa el ratón o se interactúa con los contenidos sea fluida y perfectamente cómoda.
Una de las cosas más interesantes me pareció el clonado de imagen en el iPhone y el iPad; es una opción interesante para utilizarla en presentaciones sin tener que preocuparse más que de que el proyector tenga un conector HDMI. Como curiosidad, también tiene un modo de «escritorio ampliado» para los ordenadores con doble tarjeta gráfica que soportan esa función. Y una última que no tienen otros aparatos similares: el modo mirroring permite ver las imágenes de Yomvi de Canal+.
Como suele suceder, en este tipo productos también hay ciertos truquis y limitaciones que es mejor conocer. El hecho de que funcione por wifi hace que convenga utilizarlo a una distancia razonable del equipo (yo no esperaría transmitir a las teóricas «decenas de metros» que se suelen anunciar). Además, la influencia e interferencias de equipos wifi cercanos puede ser contraproducente. Nada que no se arregle probando posiciones del cable-antena y de los equipos. Además de eso, jugar un poco con los modos de vídeo o el tipo de compresión (soporta una gran variedad) puede proporcionar mejores prestaciones y calidad.
Como parte de los requerimientos, para que el GoCast funcione con equipos Apple hace falta que el ordenador sea de 2011 o posterior y que corra al menos OS X 10.9 (Mavericks). Para funcionar con iPhone o iPad basta con que soporten iOS 8, algo que casi todos los modelos recientes ya hacen.
El precio del GoCast es de unos 70 euros, algo razonable si se trata de contar con una opción extra con la que trabajar o bien para resolver una situación puntual como es proyectar sobre una pantalla externa, en un televisor situado en otra habitación, etcétera. Un precio similar a otras soluciones –incluso más barato– pero también con unas características algo diferentes que pueden hacerlo interesante bajo ciertas circunstancias.