Por Nacho Palou — 22 de Junio de 2009

HTC Dream / Foto: HTC

El HTC Dream es el terminal que comercializa Movistar con el sistema operativo Android de Google. También conocido como G1 de T-Mobile (USA) fue el primer teléfono comercializado con el sistema operativo desarrollado por Google a finales de 2008.

El aspecto más destacable del hardware del HTC Dream es que incluye un teclado tipo QWERTY (como el de los ordenadores) que se descubre deslizando la pantalla de 3,2 pulgadas de tipo LCD LED y una resolución de 480 x 320 píxeles. Curiosamente, como sucede con el HTC Magic, la pantalla del Dream es multi-touch, aunque esta función está inexplicablemente deshabilitada desde el sistema operativo.

Además del teclado convencional el Dream incorpora cinco botones en la parte inferior (llamar, home, menú, volver y colgar / enceder y apagar, además de un pequeño trackball que permite desplazarse por los menús y tiene función enter). En los laterales están los controles de volumen (izquierda) y el disparador de la cámara (derecha). En el lateral inferior se encuentra el conector de tipo mini-USB específico para los auriculares y el cargador, aunque es compatible con cualquier conector mini-USB para carga de batería y transferencia de datos y archivos.

La realización de llamadas (marcación en la pantalla táctil) y el uso general del teléfono puede realizarse únicamente con los botones frontales, pero la entrada de caracteres sólo puede hacerse a través del teclado físico, lo que obliga a desplegarlo para poder escribir: la pantalla se desplaza hacia la derecha y hay que girar el teléfono 90 grados a la izquierda. No hay opción de utilizar el teclado táctil alfanumérico (también de tipo QWERTY) en pantalla debido a que el HTC Dream aún se suministra con la versión 1.1 de Android (o al menos así es en la unidad que nos envió Movistar), cuando la más reciente y disponible desde hace unos meses (incluso como versión oficial para Dream) es la 1.5.

HTC Dream / Foto: HTC

El Dream tampoco hace uso del acelerómetro o sensor de movimiento para adaptar la pantalla a la posición del teléfono, función que sólo se activa cuando se desplaza la pantalla para dejar al descubierto el teclado.

En cuanto al almacenamiento, el Dream de Movistar incorpora una tarjeta microSD de 1 GB que resulta un poco escasa, aunque admite tarjetas de hasta al menos 16 GB.

El aspecto general de teléfono es bueno, aunque –y esto es una cuestión subjetiva– su aspecto es un poco obsoleto. El acabado satinado sin embargo es agradable al tacto y facilita mucho el agarre. Incorpora cámara de 3,2 megapíxeles, brújula, acelerómetro o sensor de movimiento y receptor GPS. En cuanto a la conectividad tampoco le falta de nada: Wi-Fi, 3G, USB y Bluetooth. El Bluetooth, sin embargo, no permite la transferencia de archivos, aunque funciona con sistemas de manos libres y audio. Esto sigue siendo así con la versión 1.5 de Android, aunque al parecer se incorporará con el próximo Android 2.0, de nombre en clave Donut.

Por lo demás, el sistema operativo es, salvo algunos detalles, el mismo que se puede encontrar en el HTC Magic de Vodafone del que ya comentamos por aquí. De nuevo, para sacarle todo el partido al sistema conviene disponer de una cuenta de Google que da acceso a funciones tan interesantes como el Android Market (para descargar aplicaciones) y permite sincronizar servicios como el correo de Gmail, los contactos, calendario, mapas, etc. que resultan más o menos útiles según el uso que se haga de ellos.

El Dream se comercializa junto con un plan de datos. Movistar dispone de dos tarifas planas de Internet (desde el móvil) por 10 ó 15 euros al mes dependiendo de la capacidad de conexión y la velocidad. el precio final del teléfono depende por tanto del plan y tipo de contrato, permanencia y del sistemas de puntos, por lo que hay que consultar con la operadora las condiciones particulares.

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