Por @Alvy — 11 de febrero de 2022

Este vídeo de Vije Miller es intrínsecamente divertido por el a) tono de presentador de documental viejuno y b) el aspecto de anuncio de teletienda… Aunque en realidad se refiere a un invento bastante interesante por no decir práctico: un contador digital de las hojas de papel higiénico restantes en los rollos.

Pero incluso más que su practicidad –que pudiera ser puesta en duda, porque al fin y al cabo cuando el rollo se acaba, se acaba– lo interesante es el cómo se hizo, que da para proyectillo de tarde aburrida. Y luego si te gustan el control y las estadísticas del uso del material fungible de casa/oficina, pues ahí estarán los datos para descargar. Puedes hasta buscarle un sentido de la vida en cuanto a economía doméstica, mejora ecológica de tu hogar, etcétera.

El invento utiliza un portarollos de plástico, algo de electrónica, una fuente de alimentación, un panel LCD de 16×2 caracteres y como «cerebro» un plataforma NodeMCU de código abierto, que cuesta unos 5 dólares y funciona sobre ESP8266, algo que probablemente se podría reemplazar por cualquier Arduino en miniatura. Además de eso utiliza un par de imanes de neodimio y un sensor de efecto Hall.

Cuando lo vi por primera vez me imaginaba cómo podría funcionar con sólo ver la foto: ¿un contador mecánico? ¿midiendo la distancia entre la pared y el rollo por ultrasonidos y haciendo cálculos? ¿Un láser acaso? Pero la idea de los imanes y el sensor Hall –que detecta los cambios en los campos magnéticos– es mucho más práctica [se puede ver en 00:24 cómo van en el eje del rollo y el sensor en el soporte].

Con ese sensor se puede detectar de forma rápida y precisa cuántas vueltas da el eje en el viaje de las hojas de papel del rollo a la mano. Así que sabiendo cuántas hojas tiene el rollo –dato que se configura al principio de la «sesión»– el resto es geometría a partir de 2πr. Simplemente hay que tener en cuenta en las fórmulas –que como sabemos luego no son tan triviales– que a medida que se va gastando el papel habrá menos hojas-por-vuelta, claro. En el código fuente puede de hecho verse cómo se calcula un valor promedio: entre una hoja por vuelta cuando el rollo está acabado y cuatro hojas por vuelta cuando está nuevo. Tosco pero práctico.

Dice su creador que el mayor error de su ingenioso invento se debe al uso de la función de redondeo para los cálculos, que por lo demás el cacharro acierta bastante. Incluso hay algunas gráficas ilustrativas del uso que le ha venido dando día a día, tanto en hojas-por-servicio como en el acumulado total. ¡Ay, esta gente friki de los números!

(Vía Hackaday.)

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