En EverythingApplePro tuvieron la idea de comparar el modelo más antiguo de iPhone con el más reciente (el iPhone 7). Es una comparación tan divertida como injusta, pero simpática al fin y al cabo, algo así como comparar un Macbook Pro con un iMac del 2000 o algo similar. Estamos hablando de volver al pasado desde 2016 a 2007: nueve años y nueve versiones de iOS más adelante.
El ejercicio es interesante sobre todo para quienes dicen que «nada ha cambiado» o que «no ha cambiado gran cosa». Por ejemplo: curiosamente la caja de cartón en que se entrega sigue siendo prácticamente la misma (ahora reciclable) e incluso el diseño del terminal es bastante similar (excepto el adelgazamiento en grosor y peso y la variedad de colores). El iPhone original venía con una base de conexión y utilizaba la tecnología de comunicaciones 2G de la época, no la 4G/LTE actual.
Eso sí: en cuanto a funcionamiento hay un abismo; en el vídeo se habla sobre diferencias «enormes», «abismales» y «colosales». La pantalla era de 480×320 píxeles; ahora tiene seis veces más. Y basta ver las diferencias de velocidad no solo en las apps, sino con tan solo pasar el dedo por encima (entre 100 y 200 veces, según en qué). La cámara era horrible comparada con las de hoy en día aunque –sorprendentemente– no horripilante.
Hay detalles que solo recordarán los que tuvieron uno, como que los mapas del iOS original eran los de Google, o que las apps (ya en iOS 3) tardaban tanto en descargarse que era mejor hacerlo con la conexión de casa. Algunas apps también necesitaban 2 minutos para arrancar (!!) y el 99% de las que hay hoy en día simplemente no funcionan. Dice que si hoy en día alguien intentara usar un iPhone original durante un día completo «probablemente se suicidaría».
Los tres únicos detalles que se podrían considerar «mejores» en el original –siendo relajadamente objetivos– serían la ausencia del «bulto» de la cámara en la parte trasera; que el original tenía el jack de 3,5mm de auriculares estándar y que su tamaño (que no su grosor) era ligeramente más pequeño y por tanto –para algunos– más cómodo. En todo lo demás el teléfono inteligente de Apple ha evolucionado a ser 100 veces más poderoso en menos de diez años. ¿Cómo será dentro de diez años?