- Nunca apuntar el láser a otra persona, especialmente a los ojos
- El contacto con los ojos puede causar daños permanentes
- Evitar cualquier exposicion directa o reflejada con el rayo
- Evitar que los punteros láser sean utilizados por menores
A raíz de publicar un vídeo del Láser portátil Hulk de bolsillo la gente de DragonLasers.com tuvo la gentilieza de enviarnos amablemente un puntero láser modelo Viper Series 95 mW para jugar con él.
El Viper Series 55mW con aspecto de bolígrafo, y el orificio de salida.
Habiendo visto el vídeo del más poderoso modelo Hulk nos esperábamos algo con pinta de sable láser como los que usaba la familia Skywalker, pero como puede verse en la foto el Viper tiene más aspecto de pluma estilográfica de padre que de arma mortífera. Basta ponerle un par de baterías AAA y ya está uno listo para hacer el ganso con un rayo láser de color verde. Según llegó recorrimos con él la oficina, luego probamos con la ventana y finalmente nos lo llevamos a la calle, cuidándonos muy mucho de no apuntar con él a los ojos ni a ninguna persona, animal o vehículo (y evitando posibles reflejos, claro) porque es peligroso, tal y como indica el manual. Es fácil y recomendable conseguir unas gafas protectoras en las tiendas de materiales y ropa de construcción, por unos 30-50 euros.
Su poderoso haz luminoso de luz coherente (532 nm, longitud de onda visible) se ve con total nitidez en habitaciones oscuras o de noche, incluso a cielo abierto. Durante el día depende de las condiciones, pero el punto exacto al que se está apuntando se ve siempre (incluso a cientos de metros) aun a pleno sol. Por otro lado, el haz completo, que es lo más llamativo en realidad, sólo se aprecia si la luz ambiente es ténue o hay oscuridad. Curiosamente, en un restaurante con zona de fumadores, bastante iluminado, también se veía precioso y rectilíneo gracias al humo y el efecto Tyndal: son las partículas en suspensión las que proporcionan el reflejo de dispersión característico. De hecho a veces sacudir un poco las cortinas también proporciona el polvillo necesario para que surja como de la nada.
El haz en una habitación oscura, y sus curiosos reflejos.
Hicimos algunos «experimentos de interior» haciendo rebotar el haz en espejos y superficies diversas, situándolo pegado y en paralelo a la pared (para ver cuán rectas fueron construidas) y haciéndolo pasar por agujeros pequeños y apuntando a lugares recónditos o lejanos. Algunos objetos producen bellos reflejos al dispersar el haz, lámparas en forma de globo, griferías metálicas o botellas son de los más curiosos. (Hacerle fotos no es tan fácil.)
En el manual dice que no hay que dejar pulsado el botón más de siete segundos, o corre riesgo de calentarse ligeramente, aunque no a niveles peligrosos. Algunos modelos de mayor potencia (que por cierto se mide en mW) pueden quemar pequeños objetos como divertimento: papel, cinta adhesiva negra, reventar globos y cosas así.
Con el Viper no conseguimos ni encender una cerilla a 5 cm. pero seguramente no sea un modelo apropiado para esa tarea (el Hulk sí que es capaz). Nos han dicho que también depende de la temperatura ambiente, que a partir de 25 grados funciona mejor para esos fines. Eso sí: si lo apuntas de cerca a la yema de un dedo durante unos cinco segundos comienzas a sentir el poder de los fotones coherentes: unas «cosquillitas»… señal de que te estás quemando, aunque sea poco.
Cuando se usa el Viper en el exterior la sensación es realmente extraña: tiene un alcance de bastantes cientos de metros, y se puede ver cómo instantáneamente el puntito verde aparece allá donde se apunta (o el haz completo, si es de noche) y cómo sigue perfectamente el movimiento de la mano. Esto le da un toque en cierto modo irreal a la realidad: es difícil de explicar, pero ver cómo un puntito verde se mueve hacia donde quieres, sobre las paredes de edificios que bien conoces y sabes que están muy, muy lejos, es algo extraño. Por la noche la sensación de rareza es mayor todavía, pues el efecto del láser impresiona, aun a pesar de ser un haz muy fino y en cierto modo hasta discreto. En las pruebas llegamos a verlo tal vez a unos 400 ó 500 metros de distancia, aunque no lo calculamos con precisión.
Aspecto «Rayo de la Muerte para eliminar vecinos molestos» (~75 m.)
Al apuntarlo al cielo de noche se pierde en la nada, como cabría esperar, disipado en un bello efecto. Un día que resultó estar nublado parecía verse más lejos todavía. Y aunque el haz sale del «lápiz» con mucha pureza y a la vez fineza (menos de 1 mm. de diámetro visible), tiende a dispersarse un poco: a partir de diez metros ya se ve con una anchura de casi 1 cm.
El precio del modelo que probamos es de unos 200 dólares, aunque los hay entre los 100 y los 400. En la gama alta se llega a los 1.000 dólares o incluso más. Como entretenimiento y curiosidad es ideal para todo geek, pero aparte de eso hay un montón de posibles aplicaciones prácticas además de asombrar-a-los-amigos: crear arte, utilizarlo como sistema de seguridad (hay quien se lo lleva por si se pierde en el mar o la montaña), en astronomía, para enseñanza, presentaciones, topografía, nivelaciones, espectáculos… un poco de todo. Tal vez el precio es difícil de justificar en algunos casos (especialmente si se compra sólo para hacer el canelo) pero al menos hay variedad donde elegir.
Investigando la normativa que rige respecto al uso de estos aparatos en Europa, vimos que el Viper 95 mW está clasificado como Tipo 3B (IIIB) que es el primero de los «peligrosos» aunque no tanto como los de Clase 4, pero por encima de los 1 y 2 que son prácticamente inócuos. Puede suponer riesgos no sólo para el usuario sino también para otros (si el rayo alcanza los ojos, aunque los reflejos no lo son apenas), de modo que hay que usarlo con responsabilidad. No es apto para niños, ni para adultos irresponsables; no debe usarse sin cuidado ni si pudiera molestar a los demás, y tampoco puede regalarse como juguete. Las normas no dicen mucho más (casi todo tiene que ver con el etiquetado y las advertencias que debe llevar en la caja y el aparato en sí), de modo que emplear el sentido común al usarlo y al tenerlo guardado como un objeto delicado y peligroso es sin duda lo mejor. Así que repetimos:
- Nunca apuntar el láser a otra persona, especialmente a los ojos
- El contacto con los ojos puede causar daños permanentes
- Evitar cualquier exposicion directa o reflejada con el rayo
- Evitar que los punteros láser sean utilizados por menores
En la web del fabricante (DragonLasers.com) hay muchísimas más fotos de sus láseres y también vídeos e informaciones diversas sobre el curioso mundo de estos aparatos y la tecnología que los rodea.
Actualización: Tal y como puntualiza Versvs, sobre el término «rayo láser», que aquí he usado en su acepción más coloquial…
Como tal, no existen los «rayos láser». Nadie que trabaje con láseres hablará nunca de «rayo láser» sino más correctamente de «haz láser». Esto se debe a que un láser no es un único rayo, sino que está compuesto por millones de fotones que viajan en fase. Por tanto un rayo láser sería más bien un haz o «manojo» de rayos láser.