Este reloj de Bina Baitel llamado Lash está fabricado con pelo. Es «orgánico, minimalista e impreciso», demostrando que se pueden crear un reloj con cualquier material, que no hace falta que sean especialmente elaborados y complejos y que la precisión a la hora de realizar su función («dar la hora») ni siquiera es lo más importante a veces.
Las «manecillas» del reloj son en realidad un par de pequeños huecos de distinto grosor en la peluda esfera, que se van moviendo alrededor del perímetro con la misma precisión que en un reloj normal. El vídeo no permite apreciar exactamente cuál es el mecanismo, pero como mínimo se puede decir que es ingenioso.
Hay quien considera este diseño un poco siniestro, pero su creadora dice que es más bien un híbrido entre dispositivo de meditación y reloj. Desde luego que al menos ha de servir para «iniciar conversaciones» cuando se reciben visitas.