Por Nacho Palou — 1 de diciembre de 2009

Por ejemplo, un proyector,

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Va acoplado en la parte posterior del teléfono y afortunadamente puede quitarse, porque aparte de resultar visualmente perturbador (por no decir feo) pesa por sí solo casi una tercera parte del peso total del teléfono.

Al lado de esta características todas las demás que lleva el teléfono pasan a un segundo plano, excepto tal vez el lector de huellas dactilares que sustituye la necesidad de bloquear el teléfono con contraseña, aunque esto ya lo habíamos visto en otros terminales, como el Fujitsu Primer F-01B. § Gizmodo.

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