Me encontré un enlace que guardé el año pasado acerca de las pantallas Direct View LED Home Cinema Display de LG, que son algo a medio camino entre el lujo máximo y la cafrada más burra imaginable: pantallas LED gigantes de virtualmente cualquier resolución y proporción que puedes instalar en tu humilde morada mientras tengas espacio físico para ello.
No tengo ni idea de cómo funciona comercialmente el asunto, ni mucho menos de los precios ($$$… por lo menos como un par de sandías de 2 ó 3 kg) pero al parecer eliges el diseño y te lo traen a casa. Eso permite poder montar pantallas de formas y aspectos inusuales: 16:9, ancho, ultra ancho, ultra-ultra-ancho… Los tamaños los siguen midiendo en pulgadas, pero claro… por lo visto oscilan entre 108" y 325". Traducido del sistema imperial al métrico, que es más digno, estamos hablando de una pantalla de 8,2 metros de diagonal, 7,2 metros de ancho y 4 metros de altura. No hay muchas casas con techos tan altos, pero si en la tuya cabe… pues ya sabes.
Las pantallas se montan con una serie de paneles que proporcionan resoluciones del estilo 2K, Dual 4K, 4K UltraHD y 8K UltraHD (8K parece el límite). En la mayoría de ellas, por la largura la idea es dividir la pantalla en zonas y mostrar distintos canales o fuentes de vídeo a gusto de cada cual. Todo ello instalado por profesionales que hacen que las pantallas queden unidades a la perfección para que ni se noten los hilillos de los empalmes. Con la pasta que deben costar, qué menos…
Es un concepto intrigante cuando menos, porque desde luego disponer de una pantalla LED de 8K UltraHD de cuatro metros de altura es algo que ni siquiera puedes encontrar en algunos cines, y menos en las salas privadas que la gente instala en sus sótanos. Pero, si te gusta el cine… Qué mejor manera de disfrutarlo.
Bonus: el problema del primer mundo de tener una de estas y luego poner tu cadena favorita de la tele y ver píxeles como puños porque no sólo no emiten en 4K ni 2K sino que ni siquiera el FullHD es digno.