Por @Alvy — 23 de marzo de 2016

Además de un truco con imanes –a cámara lenta– comprados en cualquier tienda hoy en día se pueden imprimir imanes con diversas formas. Dependiendo de la posición exacta y las formas que adopten los polos de cada cara se consigue que su fuerza de atracción sea distinta: una forma de verlo es atrayendo una placa metálica con tres imanes distintos, comprobando que sólo se ve atraída a partir de cierta distancia.

El mejor truco con estos imanes es un montaje de tipo anclaje, que requiere acercar los imanes y entonces girarlos sobre su propio eje, de modo que se terminen de «pegar» y ya no se despeguen a menos que se realice el movimiento inverso. El vídeo de Smarter Every Day es una visita a la fábrica de Polymagnet donde trabajan en la creación de estas curiosas piezas.

Polymagnet

Las formas que pueden adoptar estos imanes inteligentes son muchas; de hecho parecen salidos de impresora normal y corriente, en las que a diferencia de los píxeles y víxeles las unidades de menor resolución se llaman míxeles (píxeles magnéticos). Pero ahí acaban las similitudes: sus posibilidades son obvias pero a la vez extrañas; incluso ingenieros y gente con experiencia en estos temas los ve como algo raro, con truco y mágico por las caras que ponen cuando les dejan jugar un rato con ellos.

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