Según Gartner las ventas globales de smartphones (ventas a usuarios finales) se quedó en 408 millones de unidades en el último trimestre de 2017, un descenso del 5,6 por ciento respecto al último trimestre de 2016.
Del total de smarthones vendidos en 2017 (unas 1.500 millones de unidades) casi el 86 por ciento corresponde al sistema operativo Android y algo menos del 15 por ciento a iOS, y el microresto (0,1 por ciento) a “otros”. Las marcas Huawei y Xiaomi son las que más han crecido (“los grandes ganadores del tercer trimestre de 2017”), mientras que Oppo y Apple apenas modifican su cuota de mercado. El resto de marcas pierden mercado todas a excepción de Samsung, que crece ligeramente y sigue liderando la lista por fabricantes.
Además, según Gartner, “aunque el grueso de ventas de Samsung corresponde a modelos de precio medio y de nivel básico, donde más ha crecido la competencia y donde hay menos margen, los beneficios y el precio de venta promedio de Samsung podrían mejorar este año si los Galaxy S9 y S9+ tienen el éxito esperado.”
Sobre los motivos para este descenso Gartner menciona varias posibilidades. Una de ellas es que en lo que a smartphones se refiere ya está casi todo el pescado vendido, una vez que el grueso de la población ya ha cambiado sus teléfonos convencionales por smartphones. Otra es que cada vez más personas optan por smartphones buenos o medianamente buenos buscando, precisamente, mantenerlos durante más tiempo y alargar el ciclo de reemplazo del móvil.
De modo que el descenso del 2,7 por ciento en el volumen en 2017, respecto a 2016, no es necesariamente una mala noticia: por un lado la venta de modelos con un precio promedio mayor supone un incremento de los beneficios de los fabricantes (aunque el número de unidades vendidas apenas varíe e incluso se reduzca ligeramente) y por otros lado en muchos aspectos (como el impacto medioambiental o el problema de la basura tecnológica) que el ciclo de reemplazo de los móviles se alargue es una buena noticia.
Además, dicen desde Gartner, “aunque la demanda de móviles de calidad con conectividad 4G y buena cámara sigue siendo fuerte, las altas expectativas y las pocas diferencias que ofrecen los nuevos modelos en relación a sus predecesores han debilitado las ventas.”