Por @Wicho — 8 de mayo de 2015

Woof 2 en la mano

Durante las últimas semanas he estado probando el microaltavoz inalámbrico portátil Woof 2 de Creative; estas son mis impresiones.

El Woof 2 es uno más de esa categoría cada vez más popular de pequeños altavoces de sobremesa con conectividad Bluetooth que sirven tanto para escuchar música como para funcionar como manos libres, y el resumen es que el Woof2 va perfectamente para cualquiera de esas dos funciones.

Emparejarlo por Bluetooth es tan sencillo como encenderlo; si no tiene un cable conectado a la entrada estéreo de 3,5 milímetros que tiene en su parte posterior se pondrá automáticamente en modo emparejamiento.

Eso sí, el Woof 2 habla para decir que se ha conectado y para emitir algunos otros mensajes de estado, y no parece haber forma de evitar esto, con lo que según en qué entornos, eso puede ser un incordio.

Woof 2, portátil, y móvil

Enlazarlo desde un MacBook Air con OS X Yosemite o un iPhone 6 con iOS 8 ha sido absolutamente trivial; los botones del Woof 2 para subir y bajar volumen, reproducir, o avanzar y retroceder canción funcionan perfectamente, aunque en OS X iTunes intercepta las pulsaciones de esos botones, con lo que si estás escuchando música en Spotify, por ejemplo, hay que usar los controles del programa. Pero esto es cosa de OS X y no del Woof 2.

Un problema que he encontrado, aunque eso puede ser cosa del tamaño de mis dedacos, es que para pulsar los botones, que están en el pie del altavoz, tengo que levantarlo un poco, pues de otra forma no caben en el espacio que queda entre este y la mesa.

Dedacos R Us

El único botón que se salva de esto es el de aceptar/rechazar/colgar llamadas, que está en la parte superior y es perfectamente accesible.

Usarlo como manos libres con el iPhone también funcionó a la perfección, con la misma salvedad del tamaño de mis dedos a la hora de usar los controles.

En caso de querer usarlo con un dispositivo que no tenga Bluetooth, o de no querer usarlo para que la batería dure más, esta el citado conector estéreo de 3,5 milímetros de la parte posterior, que hace al Woof 2 compatible prácticamente con cualquier reproductor musical del mercado. La caja incluye un cable de un metro con conectores macho de 3,5 milímetros en ambos extremos, lo que es todo un detalle.

La batería, no reemplazable por el usuario, dura unas seis horas, aunque esto depende del volumen al que se use el altavoz y de si se usa Bluetooth. Se carga mediante un conector USB micro B, y el cable, en este caso de 80 centímetros, viene también incluido.

El Woof 2 tiene una función de reposo que se activa a los 10 minutos de no recibir ninguna señal en ninguna de sus entradas, lo que contribuye a prolongar la duración de la batería. El altavoz indica que la batería se está acabando haciendo parpadear en rojo el LED frontal, aunque cuando comienza a dar señales de agotamiento le queda ya realmente poco para agotarse; en el iPhone se ve un pequeño icono de batería casi descargada al lado del del Bluetooth.

Con unas dimensiones de 65,8 × 99,1 × 96,6 mm y un peso de 276 gramos el Woof2 no es lo que yo llamaría exactamente un altavoz para llevarse en la bolsa del ordenador o en la mochila como por ejemplo el Decrescent Boom BTS-D125 que tengo y que suelo llevarme de viaje.

Pero tampoco es decabelladamente grande como para no hacerlo; puede que sea simplemente el que estoy acostumbrado al tamaño de D125.

El Woof 2 está disponible en tres colores: plateado, azul y gris metalizado. El que he probado es el azul, de un azul brillante en el que se quedan todas las huellas, lo que haría feliz a cualquier CSI del mundo.

En cuanto a la calidad del sonido, me parece más que buena para un altavoz de este tamaño, y como es de suponer, depende mucho de la calidad del audio original, sobre todo en cuanto subes el volumen.

Con un precio de 45 euros en Amazon, por ejemplo, el Woof 2 es quizás 10 euros más euros más caro de lo que me gustaría, en especial en un segmento de mercado en el que hay bastante oferta.

Pero funciona sin problemas y suena bastante bien, así que me parece como poco una opción a tener en cuenta si estás buscando un altavoz de sobremesa que no ocupe mucho.

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