Por @Alvy — 18 de febrero de 2013

Lo llaman Sistema de Reconocimiento Personal, modelo PD-100, quizá porque llamarlo «mini-drone espía» quedaría un poco mal. El caso es que puede usarse en interiores o exteriores, lleva una cámara incorporada que transmite a una tableta y puede controlarse a través de vídeo o con piloto automático casi hasta a 1 km de distancia.

Pesa menos de menos de 1 kg, pero lo interesante es su autonomía debido a su ligereza: unos 30 minutos, hasta que se ve obligado a aterrizar para recargarse en la estación base. Dicen que es un drone tan capaz que el fabricante sueco que lo ha desarrollado tan solo puede vendérselo a instituciones y organizaciones con autorización gubernamental.

El vídeo –un tanto viejuno– es de cuando el chisme era un prototipo; unos años después han conseguido ya fabricarlo a nivel industrial y probablemente tendrá algunas mejoras incorporadas.

(Vía Technabob.)

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