Por @Alvy — 20 de noviembre de 2015

Grabadora Esky (CC-by) Alvy

Nos enviaron para probar una Mini-grabadora Esky VR-01 de 8 GB, que en el aspecto de un pequeño pendrive USB de unos 30 gr incluye un micrófono, un botón de encendido, una batería recargable y 8 GB de memoria Flash.

La forma de usar la minigrabadora es muy sencilla: se carga en un par de horas en cualquier puerto USB del ordenador y está lista para llevar encima. Basta cambiar un pequeño interruptor de Off a On para que comience a grabar. La forma óptima de hacerlo es lo más cerca posible del origen de la conversación (una entrevista, clase o conferencia), un agujerito indica la zona de entrada del micrófono.

Una luz azul indica que está grabando; mientras carga una luz roja hace otro tanto. Su único defecto: el interruptor es un tanto incómodo y demasiado duro, pero con un poco de habilidad te acostumbras. El nivel de audio es aceptable incluso aunque la grabadora no esté demasiado cerca del origen del sonido o haya ruidos.

Mini-grabadora Esky VR-01

Aunque con los 8 GB de memoria se podrían grabar hasta 150 horas de audio el límite viene dado por las 15 horas que dura la batería en condiciones normales (en mis pruebas por ahí anduvo). Se puede optimizar su uso apagando y encendiendo en los momentos adecuados; a menos que se quiera hacer un audiolog completo de la vida llevándola colgada del cuello, difícil será agotar tanta memoria.

Al enchufarla al ordenador se utiliza como un pendrive normal y corriente; de hecho también permite guardar documentos como en cualquier unidad externa. Los ficheros de audio quedan en una carpeta como archivos WAV de 128 Kbps a 16 kHz/16 bits (con un límite de 4 GB cada uno, aunque el aparato sigue grabando en nuevos ficheros si se llega a esas cifras) y se pueden convertir fácilmente a MP3. Para poner la grabadora «correctamente en hora» hay que utilizar un ordenador con Windows y ejecutar un programa que viene incluido.

El precio de la Esky VR-01 es de unos 25 euros; por un pendrive de 8 GB con grabación de audio incorporada diría que no está nada mal. No es un equipo de profesionales ni de espías a lo James Bond pero sí que es suficiente cuando es necesario conveniente tener una copia del audio de una clase, entrevista o reunión. El clásico chisme que nunca viene mal.

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