Este gadget llamado Moky podría pasar por un teclado normal y corriente si no fuera porque incluye unos sensores al estilo Kinect que son capaces de leer la posición de las manos, creando de ese modo el efecto de que hay un touchpad invisible sobre las teclas. Los clics se pueden hacer con gestos o pulsando sobre el teclado y además es capaz de realizar una lectura multi-touch, como las tabletas y muchos trackpads.
Una solución tremendamente elegante que, de contar con la precisión necesaria, sería una estupenda opción alternativa a las superficies de contacto actuales. Su precio además parece bastante razonable, unos 69 dólares/euros, por lo que no sería raro que de funcionar bien lo veamos pronto incorporado en portátiles.
Actualmente Moky está en fase de financiación colectiva necesaria para encargar la primera ronda de fabricación; en 5 días ya han conseguido la mitad de los 30 000 dólares que necesitaban así que sería normal que triunfaran.
