Por @Wicho — 19 de enero de 2011

Nintendo 3DS en azul aquaHoy por fin le he podido poner encima las manos a la Nintendo 3DS, la nueva generación de la famosa consola portátil, que como parece ser de rigor últimamente, incorpora una pantalla 3D, aunque en este caso sin necesidad de usar gafas especiales.

En concreto es la pantalla superior, que además es un 10 por ciento mayor que la de la DSi, y la verdad es que en estas primeras impresiones funciona razonablemente bien una vez que das con la distancia adecuada para colocarla, que varía con cada persona en función de la distancia que haya entre los ojos de cada uno, y siempre que la mires más o menos de frente, pues en cuanto te desvías un poco el efecto se convierte en una imagen doble.

La consola dispone, en cualquier caso, de un control a la derecha de la pantalla 3D que permite regular la intensidad del efecto, aunque mi impresión es que funciona en modo todo o nada, activándolo o desactivándolo, impresión que quizás se vea reforzada por el poco recorrido de este mando deslizante.

Eso sí, se nota mucho la diferencia entre los juegos creados en 3D y aquellos que simplemente usan el efecto para dar profundidad, pues en estos últimos en realidad da la impresión de que lo que se está viendo son figuras en dos dimensiones colocadas a distintas distancias.

En cuanto a la efectividad de las tres dimensiones, mi impresión es que pasa un poco como con el cine o con la televisión en 3D en el sentido de que parece una solución a la busca de un problema, y que un juego, igual que una película, será bueno si está bien pensado independientemente de que incorpore 3D o no, y ahí los desarrolladores tienen mucho que hacer.

Otra concesión de la 3DS a las tres dimensiones que le dan nombre es la inclusión de dos cámaras externas (las que van en la parte externa de la tapa) que funcionan en estéreo para capturar imágenes en 3D, además de la cámara frontal.

También incorpora un nuevo mando circular bautizado como Botón deslizante, situado encima de la cruceta habitual, para poder controlar con más precisión los movimientos, y sensores de movimiento y aceleración, que podrán ser incorporados por los desarrolladores como formas adicionales de controlar sus programas.

Esto en principio parece una buena idea, pero al mover la consola para usarlos es complicado mantenerla en la posición relativa a los ojos adecuada para no estropear el efecto 3D.

La 3DS incorpora además mejoras en cuanto a su conectividad, tanto en lo que se refiere a la conexión a Internet para descargar actualizaciones, vídeos, etc, como en cuanto al intercambio de información con otros usuarios, y Nintendo ha anunciado acuerdos con distintos socios para proveer contenidos adicionales a la consola, lo que parece un claro intento de crear un ecosistema en torno a ella de forma similar a lo que ha hecho Apple con los dispositivos que corren iOS como son el iPhone, iPod Touch, iPad, etc.

Esta nueva consola estará disponible en Europa a partir del 25 de marzo en Negro cosmos o Azul aqua, junto con 25 juegos que hacen uso de la pantalla 3D, y aunque no nos han confirmado el precio, todo parece indicar que rondará los 250 euros.

La pregunta del millón es si efectivamente los desarrolladores serán capaces de sacarle partido a esta nueva pantalla, y si los acuerdos suscritos con terceras partes para dotar de contenidos extra a la consola serán efectivos, aunque no parece arriesgado asumir que la 3DS será un éxito de ventas, igual que sus predecesoras.

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