Por @Alvy — 10 de marzo de 2015

Apple Watch

No por esperado el Apple Watch es menos impresionante: hace todo lo que debe hacer un smart watch y alguna virguería más de última hora. Es elegante y estará disponible en decenas de modelos según la edición, color y tamaños. Hasta aquí lo evidente.

Tras la presentación y el anuncio de los precios, una cosa ha quedado clara: nadie se va a comprar este reloj para ver la hora; es un producto simplemente demasiado caro para eso: desde 349 euros el más barato hasta el infinito y más allá. Pero es que es algo más que para ver la hora, como sucede con las joyas y los complementos de moda de lujo y como ya se ha apuntado en muchos sitios. Es para ser visto. Es un símbolo de estatus.

Prueba de ello sería un modelo de Apple Watch de oro de 18 kilates –disponible en su Joyería Habitual™– que por unos 17.000 dólares cuesta más que muchos automóviles o incluso que la mas potente estación de trabajo que puedas razonablemente encontrar en la tienda. Quien pueda pagar por lucir un Apple Watch es simplemente porque quiere enseñar a los demás que puede poseer algo así. He ahí la (incomprensible) lógica de la moda de los vestidos de 150.000 dólares y la ropa interior de 10 millones de dólares.

En fin, retornemos al mundo real de la tecnología… Ya contamos por aquí hace casi seis meses lo que más o menos haría el Apple Watch y ahora hemos tenido la confirmación:

  • Acabados en acero, aluminio u oro, con diversas correas
  • Versiones de 38 y 44 mm (pantallas de 1,5 y 1,7 pulgadas)
  • Resolución: 272×340 y 312×390 respectivamente
  • Peso: unos 70-80 gramos o más, dependiendo del modelo
  • Desviación máxima de 50 milisegundos respecto a la hora UTC
  • Memoria: 512 MB RAM + 4 GB flash (sin confirmar)
  • iOS que necesita mucho un iPhone asociado (nada de Android)
  • Solo funciona con iPhone 5 o superiores
  • Batería de 18 horas (un día completo… menos ~6h para dormir)
  • Acelerómetro y sensor de ritmo cardíaco
  • Funciona con Siri, para ejecutar órdenes o llamar por teléfono
  • App Digital Touch: Envío de imágenes simples de un reloj a otro
  • NFC para realizar pagos con Apple Pay (poco útil hoy en día)
  • Apps adaptadas: Facebook, Instagram, Pinterest, Evernote…
  • Sincroniza con las apps de salud y deporte del iOS
  • Reproducción de música, mensajería, correo…

Tiene toda la pinta de un gran producto que puede vender millones y millones de unidades – y probablemente lo hará. También hay quien cree que Apple ha perdido su alma al dejar de producir productos de alta calidad para el mercado masivo (léase: asequibles): el hecho de que la madrina del reloj en el escenario fuera una supermodelo del papel couché sería buena prueba de ello: los Apple Watch ya no son para todo el mundo.

Entre los puntos que otros están considerando negativos: es resistente al agua pero no es sumergible; la duración de la batería se antoja escasa (18h) y se reduce «drásticamente» si se reciben llamadas y el cargador requiere cables especiales y posiblemente delicados-estilo-Apple. Además, se preguntan otros, ¿si en su día dejamos de llevar relojes de pulsera porque el móvil es el reloj…? ¿Para qué necesitamos otro reloj ahora? Modas que van y vienen, quizá.

También hay otros expertos que creen que el Apple Watch puede suponer una nueva ruptura de moldes y una decisión económica más que acertada –o quizá no– respecto a otras alternativas. Algo parecido a lo que sucedió con el iPhone –del cual ya se han vendido 700 millones de unidades– que en su momento marcó el antes y el después de los teléfonos inteligentes. Entre otras cosas el Apple Watch podría ser un éxito por su capacidad para integrar un montón de «detalles Apple» como la interfaz sencilla (iOS, pantalla táctil, la ruedecita o «corona digital»), el «teléfono Siri» al estilo Dick Tracey o las funciones de deporte y salud –a las que añadir las del iOS– que lo harían más poderoso que a otros relojes digitales de hoy en día.

Ahora, las malas noticias para quienes estén salivando: el Apple Watch se pondrá a la venta en muchos países el 24 de abril (las reservas estarán abiertas desde el 10 de abril en la tienda Apple), pero por desgracia España no está entre esos países: la fecha de lanzamiento aquí es simplemente una incógnita todavía. Al igual que lo que sucederá con él.

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